En Colombia, los perros se han posicionado como la elección predilecta de compañía para muchas familias. Sin embargo, tener un perro implica una serie de responsabilidades importantes que cada propietario debe considerar antes de adquirir un peludo amigo. Ser un responsable dueño de perro requiere un enfoque consciente sobre cómo se manejan las dinámicas entre las mascotas, sus dueños y la comunidad que les rodea.
La convivencia armoniosa entre personas que poseen perros y aquellos que no tienen mascotas es crucial para mantener el equilibrio y el bienestar de todos los miembros de una comunidad. Las autoridades locales han enfatizado la importancia de crear un entorno que sea amigable tanto para los amantes de los animales como para quienes prefieren mantener distancia de ellos.
El cumplimiento de la normativa responsable es esencial para la convivencia Foto:Izock
Una parte esencial de esta convivencia implica que los dueños de perros adquieran una serie de obligaciones impuestas por la legislación vigente. Aunque algunos puedan considerarlo una carga, estos requisitos son fundamentales para la seguridad y tranquilidad de toda la comunidad.
Obligaciones para los propietarios de perros
Las personas que toman la decisión de tener un perro deben entender que esta elección implica una serie de responsabilidades ineludibles que son necesarias para asegurar una convivencia saludable. A continuación, se enumeran algunas de estas responsabilidades:
- El perro debe ser sacado a pasear con una correa.
- Si el perro pertenece a una raza considerada de control especial, es obligatorio usar un bozal durante los paseos en espacios públicos.
- A pesar de un entrenamiento positivo y comprobado, los perros pertenecientes a estas razas deben cumplir con ambas condiciones para proteger a sus dueños de sanciones posibles.
Uso de Bozal al pasear en espacios públicos Foto:Melissa Múner Zambrano
En muchas comunidades, existen normativas específicas que los propietarios de razas de perros consideradas especiales deben seguir. Es vital contar con la documentación adecuada que legalice el estado del animal, así se pueden evitar sanciones e incluso la posibilidad de que el animal sea llevado a una perrera o centro de control.
Documentación requerida
Uno de los requisitos más importantes para dueños de perros de razas que necesitan un tratamiento especial es inscribir al animal en el censo correspondiente para razas especializadas.
Las razas especiales pueden requerir atención médica y revisión periódica. Foto:Istock / City TV
Para que el registro y toda la documentación sean válidos, es necesario incluir información precisa:
Esto incluye el nombre del perro, la dirección del propietario, la dirección en la que residirá el perro y el propósito que cumple (como protección o compañía).
Además, es importante agregar detalles sobre las características físicas del animal, lo que puede facilitar su identificación en caso de pérdida.
Asimismo, los propietarios de estas razas especiales deben adquirir una póliza adicional de responsabilidad civil. Esta póliza es crucial ya que cubrirá cualquier posible daño que el perro pueda causar a personas, otros animales o a propiedades. Si al momento del registro no se presenta esta póliza, el registro no será considerado válido.
Los perros de razas especiales deben estar asegurados Foto:Izock
La falta de esta póliza puede generar problemas legales en el futuro para los dueños de perros.
Razas consideradas de control especial
Las autoridades han establecido regulaciones que identifican a las razas clasificadas como de manejo especial, que incluyen:
- Caballero.
- Bullmastiff.
- Pitbull Terrier.
- Orden brasileña.
- Staffordshire Terrier.
- Dogo argentino.
- Rottweiler.
Pertinencia del chequeo médico
El registro de estas razas no es el único requisito que los propietarios deben cumplir si desean coexistir de manera pacífica con sus mascotas.
Vacunas: un requisito ineludible Foto:Izock
La vacunación y la atención médica que deben ser emitidas por el Ministerio de Salud Municipal son requisitos indispensables tanto para salvaguardar la salud pública como para garantizar el bienestar del animal. El esquema de vacunación debe estar al día para que el registro sea aceptado formalmente.
Consecuencias de ignorar las normativas
El incumplimiento de estas obligaciones puede acarrear graves consecuencias legales. Las normativas actuales prevén que los propietarios que falten a la inscripción y no la actualicen anualmente podrían enfrentarse a multas significativas, equivalentes a 16 salarios mínimos mensuales ($ 759,200 pesos colombianos).
Además, si estos perros causan daños en propiedades ajenas, el propietario puede ser obligado a compensar a los afectados. En casos más drásticos, donde se incremente el riesgo, las autoridades podrían proceder a retirar al perro del hogar.
Ricardo Castañeda
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