
El frente de Manuel Vásquez Castraño deln anunció un toque de queda en diez municipios en el sur de Cauca. La restricción gobierna entre las 7:00 p.m. y las 6:00 a.m., la orden busca detener el avance de los disidentes del FARC en el macizo colombiano. La tensión en Cauca y Arauca crece por nuevas órdenes del ELN.
En un folleto extendido en las redes sociales y en la región, el grupo acusó a «estructuras de narcoparamilitar» de tratar de replicar el control territorial de El Plateado. Señaló a estas bandas de atacar las festividades de patrocinio de La Vega el 10 de agosto utilizando emblemas de Eln para desviar la responsabilidad.
Masacre y miedo en las comunidades rurales
Los campesinos e indígenas interpretan el toque de queda como un intento de ELN por no perder el dominio. La tensión crece por la disputa con los insurgentes al mando de AKA Iván Bite. Solo se autorizan desplazamientos excepcionales.
En la noche del 11 de agosto, tres campesinos fueron asesinados en La Carbonera, área rural de La Vega. Las víctimas fueron identificadas como Benjamín Narváez, Francisco Narváez y Joaquín Cajas. Los líderes sociales denunciaron que los hombres armados llegaron a sus hogares y los mataron.
Arauca también vive bajo restricciones
El frente de la Guerra Oriental de Eln impuso un toque de queda en 17 caminos de Tame y Puerto Rondón, Arauca. La medida se ha rigado a partir del 12 de agosto entre las 7:00 p.m. y las 5:00 a.m., el grupo lo justifica para luchar con los disidentes del FARC al mando de «Antonio Medina» y «Fish».
El orden permite la movilidad solo por emergencias médicas. Los insurgentes advierten a los líderes y colonos comunales que no colaboran con sus rivales. Las comunidades temen represalias y solicitan protección estatal a la creciente crisis humanitaria.
La población vive días de tensión y miedo por el control armado en la región. Las familias contienen temprano para evitar riesgos y las calles están vacías al anochecer. Los líderes comunitarios exigen la presencia inmediata del estado y las garantías de movilidad. Temen que, si no actúa pronto, la violencia se expande a otros municipios y cause nuevos desplazamientos masivos.
 
								 
															





