Crisis en la categoría liberal de la liga – extra

El Partido Liberal en Tolima está atravesando una crisis interna significativa que ha puesto de manifiesto una serie de problemas, como el fraude, intereses personales y conflictos que se desarrollan en la sombra. Entre las personalidades que solían ser aliadas están Olga Beatriz González Correa, el subsecretario general Carlos Reyes y el Ministro Javier Mora. Estos últimos han optado por distanciarse de su proyecto político, lo que resalta la fragilidad de las alianzas que han existido durante años. Por otro lado, Mauricio Jaramillo se presenta como el líder natural de la comunidad, pero su relación con González ha tomado rumbos inesperados, implicando a su familia en decisiones que deben ser más transparentes y justas.

A simple vista, todo puede parecer amigable: abrazos, fotografías y saludos cordiales entre los políticos. Sin embargo, la realidad es más compleja y existen rencores ocultos y un trasfondo de desconfianza. Olga Beatriz González enfrenta acusaciones severas por presuntamente utilizar su influencia para colocar a sus propios hijos en cargos altos dentro del partido. Su cercanía previa con el exalcalde Andrés Hurtado fue severamente comprometida, especialmente después de que ella descubriera presuntas irregularidades finacieras en su administración. Intentando hacer las paces, llegó a pensar en integrar a Carolina Hurtado en el Partido Liberal, solo para ver que esta última se ajustaba más a la categoría U.

La distancia que han tomado Carlos Reyes y Javier Mora también ha impactado profundamente a González. Después de casi dos décadas apoyándose mutuamente, ambos decidieron no respaldar su más reciente propuesta en el Congreso, expresando que «ya no sienten una identificación con ella». Este cambio de lealtad ha dejado a Olga Beatriz en una situación vulnerable y cuestionable, afectando no solo su reputación, sino también su capacidad de influir en el partido.

El círculo cercano a González también ha denunciado lo que consideran «hipocresía» de parte de sus detractores, poniendo de relieve que Mauricio Jaramillo también ha utilizado su posición política para favorecer a sus seres queridos. A pesar de estas críticas, el representante ha optado por permanecer en silencio, quizás para evitar provocar más conflictos.

Es importante mencionar que las bases del conflicto en el Partido Liberal se remontan a más de 15 años atrás, cuando comenzaron a surgir contratos irregulares que ahora afectan gravemente la infraestructura. A pesar de que la situación ha requerido millonarias inversiones, el trabajo relacionado con estos contratos sigue sin completarse, lo que ha intensificado la crisis actual del partido y dejado muchas incertidumbres en el camino por delante.

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