«Doble turno», el gran peso de ser trabajador y madre hoy – Cronica alterna

El «doble día» o «doble turno» para las mujeres en Colombia todavía se representa un problema crucial que debe colocarse sobre la mesa. Existe una sobrecarga clara en el desafío de no solo ser trabajadores en un entorno de trabajo cada vez más competitivo e invariablemente inequitativo, sino también de mantenerse en casa.

En el país, el tiempo de ocupación de una mujer alcanza hasta 15 horas al día, entre el trabajo pagado y no remunerado, según las cifras del danés. Mientras que los hombres solo asignan 3 horas al trabajo doméstico, las mujeres asignan 7 horas y 40 minutos. Y esto se suma a la brecha salarial del 35%, que sigue siendo un gran desafío.

Es una realidad que, a pesar de las iniciativas y esfuerzos, debe vivir con un falso empoderamiento imaginario que solo alimenta un problema que debe resolverse pronto. Esa noción de mujeres que pueden atender absolutamente todo puede llevar a una baja calidad de vida para ellas, como lo explican el Dr. Andrea Hernández Monleón, director de la licenciatura en recursos humanos y relaciones laborales de la Universidad Internacional de Valencia – VIU, perteneciente a la red de capacitación de planetas de educación superior y universidades.

«Las» presencias/ausencias dobles y triples «han resultado en la aparición en el imaginario colectivo de la figura de la» Superwoman «, una mujer capaz de cumplir su jornada laboral (sin importar cuán extensa sea esto, ni la situación de precariedad que conlleva), que cuida a sus hijos y realiza las diversas tareas domésticas. Sin embargo, esto es un ideal imposible para lograrlo; sus consecuencias son, con una gran cantidad de niveles de ansiedad, y se realizan una gran cantidad de ansiedad, y es un ideal de los niveles internos. Capaz de lograr lo que es inalcanzable, sin embargo, desee que sea ».

Impacto del «doble cambio» en la salud mental y el desarrollo de las mujeres

La demanda de estos dobles o incluso días triples (teniendo en cuenta el trabajo de la comunidad en ciertos casos) está afectando negativamente la salud física, mental y emocional de las mujeres en América Latina.

Según el experto en VIU, los estudios de la Organización Mundial de la Salud han demostrado que la acumulación excesiva de responsabilidades genera un aumento sostenido en el estrés crónico, la ansiedad, la fatiga emocional, la depresión, la mala calidad del sueño, el desequilibrio afectivo y la baja autoestima.

En cuanto al desarrollo profesional, aunque las mujeres alcanzan altos niveles de rendimiento, casi siempre trae consigo un deterioro del bien físico y psicológico que es insostenible con el tiempo, porque sin una buena calidad de vida, la capacidad de concentrarse se reduce, aumenta los errores y dificulta la creatividad y la innovación.

Además, estos días dobles y triples solo contribuyen a aumentar la brecha de género. Según lo detallado por el maestro VIU, se generan fenómenos de segregación vertical y horizontal, como techos de vidrio, pisos pegajosos, escaleras rotas o paredes de vidrio.

«Para una comprensión adecuada de la desigualdad derivada de la brecha salarial, se debe realizar un análisis junto con lo que se ha llamado» la brecha de atención «, explica el Dr. Hernández Monleón.» Es en este diálogo entre el campo productivo y reproductivo donde las tensiones y contradicciones existentes se ven claramente, y eso tiene un gerente claro y grave en el lugar de trabajo «.

Desafíos para transformar la desigualdad del «doble cambio»

Cuando piensas en qué medidas deben tomarse para transformar este panorama, la solución es un poco más compleja de lo que piensas. La promoción de un cambio social implica que los grupos, instituciones, sistemas y estructuras sociales se modifican, ya que ha tenido que suceder en las transformaciones que las mujeres han hecho para su papel en las sociedades.

No puede enfrentar algo así con soluciones a corto plazo, aún más si son ajustes individuales, es decir, si son opciones que solo descansan en ellas. Hablamos, por ejemplo, medidas como tomar decisiones de vida mediadas por los requisitos laborales, la no fertilidad, retrasar la llegada del primer niño, la transferencia de tareas entre las mujeres como lo demuestran las «cadenas de atención global», etc., etc.

Las medidas que deben tomarse implican una participación institucional mucho más amplia, social, cultural e institucional, de modo que el cambio en la forma en que las mujeres organizan y manejan su vida es sustancial y sostenido con el tiempo.

«Un debate y una profunda reflexión en relación con si, como sociedad, la lógica de que nuestras formas de gestionar los tiempos y las relaciones es la lógica de la acumulación (la lógica capitalista actual)», advierte el experto de VIU. «O, por el contrario, si vamos a poder dar paso a una lógica de atención que tenga en cuenta las necesidades de la sostenibilidad de la vida y el desarrollo de una buena vida para todos».

compartir

Noticias relacionadas