Carlos Alberto Bedoya Barreneche ha sido señalado como el responsable de un grave delito relacionado con el abuso animal. La situación salió a la luz cuando las unidades del Policía nacional realizaron una intervención en su domicilio, ubicado en el vecindario de Calasanz. Durante esta intervención, se halló un perro y un gato en condiciones de salud lamentables. Estos animales sufrían seriamente debido a la falta de higiene y a la acumulación de basura que había en la vivienda del acusado. A pesar de la gravedad de los cargos, Carlos Alberto no aceptó la responsabilidad de los mismos, lo cual ha generado una serie de reacciones en la comunidad y entre defensores de los derechos de los animales.
En otro episodio igualmente alarmante, Carlos Amaya Álvarez y Sergio de Jesús Uribe fueron acusados de abuso agravado de un animal. Estos individuos fueron identificados como responsables de causar un deterioro físico considerable y diversos problemas de salud que finalmente condujeron a la muerte de un perro criollo, conocido cariñosamente como ‘coronel’. Este canino había sido rescatado por la Policía Nacional durante una operación que se llevó a cabo en un edificio situado en el distrito de San Cristóbal. A pesar de ser trasladado a un centro médico veterinario, donde se realizaron todos los esfuerzos posibles por estabilizarlo, el perro no logró sobrevivir a las lesiones y enfermedades sufridas y falleció, dejando a la comunidad conmocionada por el suceso.
Nota recomendada: No recolectar los excrementos de mascotas puede ser muy costoso
Las autoridades han informado que tanto Carlos Amaya como Sergio de Jesús enfrentan cargos graves por crímenes que atentan contra la integridad física y emocional de los animales, en una modalidad que ha sido catalogada como agravada. Este tipo de acusaciones se han vuelto más comunes en los últimos años, y reflejan una creciente sensibilidad hacia el bienestar animal en la sociedad.
Por otro lado, la fiscal Gelma ha presentado cargos de abuso animal contra Jim Delgado y Monica Ladoeuz. La acusación se basa en un video que circuló en las redes sociales, donde se pudo observar a cuatro perros apiñados en un balcón extremadamente reducido. En este espacio, los animales se encontraban rodeados de heces y sin acceso a alimento ni agua, lo que evidenció una situación de abandono y negligencia alarmante. La divulgación de este material ha llevado a las autoridades a obtener pruebas adicionales para respaldar las acusaciones y asegurar que se tomen las medidas necesarias para proteger a estos animales.
