La directora de comunicación del Fondo Monetario Internacional (FMI), Julie Kozack, hizo un anuncio importante el 26 de abril en relación con la situación financiera de Colombia. La continuidad de la línea de crédito flexible que el FMI ofrece a Colombia dependerá de dos elementos específicos.
En su declaración formal, el FMI confirmó que Colombia tiene la intención de extender este préstamo a partir del próximo año. Este desarrollo es significativo para el manejo económico del país y fortalece la relación con el organismo financiero internacional.
El primer elemento que debe tenerse en cuenta es el cierre del Consejo del Artículo IV. En efecto, se realizaron reuniones el 18 de abril que llevaron a conclusiones preliminares sobre la evaluación que el FMI está realizando sobre la situación económica de Colombia.
Tras visitas a Bogotá a mediados de febrero y principios de abril, el FMI destacó que “Las limitaciones de liquidez han contribuido a la acumulación de grandes retrasos presupuestarios, que alcanzan un 2.8 por ciento del PIB”.
Considerando que el Producto Interno Bruto (PIB) del año pasado fue de aproximadamente 1.700 mil millones de pesos, los atrasos acumulados, que se están liquidando este año, ascendieron a 48 mil millones de pesos.
A esta situación se suma el hecho de que estos atrasos, que están en el proceso de liquidación este año, “compiten con los recursos presupuestarios de 2025”.
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Al profundizar en la situación fiscal, el FMI reconoció que “Los déficits y la deuda pública han aumentado más de lo que se preveía inicialmente”. Se informó que el déficit fiscal total del gobierno central fue del 6.7 por ciento del PIB en 2024, comparado con un 4.2 por ciento del PIB en 2023, lo que representa 1.1 puntos porcentuales más que lo proyectado por la autoridad fiscal en el marco de referencia a medio plazo.
Esto se debe a que los ingresos fiscales están por debajo de las expectativas. Pese a los ajustes de gastos realizados a finales de 2024, los costos primarios resultaron ser mayores de lo planeado.
En medio de esta crisis financiera, el FMI subrayó que su compromiso con la cooperación continuará “mientras las autoridades trabajen en planes para reducir el déficit fiscal este año y en el futuro”.
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Otro estado del FMI
El segundo elemento que incide en la línea de crédito flexible se refiere a un “examen intermedio posterior” que se llevará a cabo para evaluar las condiciones de Colombia respecto a estas cuotas que suman aproximadamente $8.100 millones.
La última extensión de esta línea de crédito tuvo lugar en abril del año pasado, y su siguiente revisión está programada para 2026. Es vital que este examen se ejecute a mediados de ese período para asegurar los intereses de ambas partes.
El acuerdo de la línea flexible fue aprobado el 26 de abril de 2024, por un período de dos años, en este examen intermedio se evaluará la permanencia de Colombia en esta línea de crédito flexible, como ha convencido el FMI.
Desde 2009, Colombia ha tenido acceso a una línea de crédito flexible con el FMI que puede utilizar según lo necesite. La única vez que hizo uso de ella fue durante la pandemia del COVID-19.
En diciembre de 2020, Colombia pagó una línea de crédito flexible de aproximadamente $5.4 mil millones, principalmente para cubrir necesidades de balance de pagos y para proveer respuesta presupuestaria en medio de la pandemia causada por el COVID.
Esta línea de crédito flexible fue introducida por el FMI tras la crisis financiera global de 2008, y está disponible únicamente para países que demuestran una gestión financiera responsable y robusta. México y Polonia son otros ejemplos de naciones que también han utilizado esta línea de crédito.
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Impacto en la perspectiva del crecimiento de Colombia
En su visión global, el FMI observa varios riesgos que podrían afectar el progreso de las tensiones económicas y comerciales. Colombia enfrenta desafíos internos que el equipo técnico del FMI ha señalado como críticos.
Según el informe del FMI titulado «Perspectiva económica mundial,» presentado durante sus reuniones del primer semestre junto con el Banco Mundial en Washington, la economía global se proyecta que crecerá un 2.8 por ciento este año, una cifra que es inferior al 3.3 por ciento que se anticipó en enero.
En cuanto a Colombia, el FMI ha ajustado a la baja su pronóstico de crecimiento de 2.5 a 2.4 por ciento, como se detalla en el informe recién publicado.
Camilo Pérez, director de investigación del Banco de Bogotá, afirma que “la revisión es marginal, pero aún se mantiene en una trayectoria de recuperación económica que se espera sea mejor que la del año anterior.”
El FMI ve riesgos para el progreso de las tensiones comerciales y económicas.
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Olivier Douliery