Colombia continúa dando pasos firmes en su transición energética, logrando que alrededor del 14% de la matriz eléctrica nacional provenga de fuentes limpias. Este progreso refleja los esfuerzos del país por diversificar su producción de energía y reducir la dependencia de los combustibles fósiles.
El crecimiento se debe, en gran parte, al lanzamiento de nuevos proyectos de energía solar y eólica en diferentes regiones, especialmente en la Costa Caribe y en zonas del interior del país. Estos desarrollos nos han permitido incrementar la capacidad instalada de energías renovables, aportando mayor estabilidad y sostenibilidad al sistema eléctrico nacional.
Según los expertos, este porcentaje es un paso clave hacia el objetivo de alcanzar niveles mucho más altos de generación limpia en los próximos años. Además, se espera que continúe la inversión en proyectos de gran escala, que contribuirán a la creación de empleo, la innovación tecnológica y la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
El desafío ahora es mantener el ritmo de expansión de estas fuentes alternativas, garantizar la conexión de nuevos proyectos a la red eléctrica y promover un uso más eficiente de la energía en hogares e industrias. Con estos avances, Colombia se perfila como uno de los líderes en transición energética dentro de América Latina.
 
								 
															





