El ministro César Franco, representante del partido Cambios Radicales, ha lanzado una contundente crítica hacia Metib Ibagué y su líder, el coronel Diego Mora. Esta acusación se centra principalmente en la aparente inacción de la institución frente a temas cruciales como el microtráfico y el crimen organizado que afectan gravemente a la ciudad. En un claro llamado a la responsabilidad, Franco subrayó que «no esconden las excusas de los procesos de gestión; liberan teléfonos móviles y responden». Esta afirmación pone de manifiesto la creciente frustración no solo del ministro, sino de muchos ibaguereños quienes ya no toleran la falta de resultados tangibles en materia de seguridad.
A lo largo de su intervención, el ministro enfatizó que la ciudadanía ha comenzado a perder la paciencia. La falta de acciones concretas para combatir el delito y las actividades ilícitas ha llevado a una inquietud generalizada entre los habitantes de Ibagué. «Los ibaguereños ya no condenaban la falta de resultados», apuntó, lo que resalta la desesperación ante una situación que, si bien se ha discutido ampliamente, no parece mejorar. Franco insistió en la necesidad de que el coronel Mora y su equipo tomen medidas drásticas y efectivas para restaurar la confianza de la comunidad hacia las autoridades encargadas de la seguridad pública.
Además, se hizo un llamado a la reactivación de los Centros de Atención Inmediata (CAI), los cuales son fundamentales para la prevención del delito y la atención temprana de situaciones críticas en la comunidad. «Coronel, salva tu patria», concluyó Franco en un tono casi de súplica, lo que refleja la urgencia que siente ante la escalada de violencia y criminalidad en la región. Esta invocación no solo es un clamor por la mejora de la situación actual, sino también un recordatorio de las responsabilidades que tienen quienes se encuentran al mando de la seguridad local.
La intervención del ministro César Franco es un claro indicador de las tensiones que se viven en Ibagué en relación con las problemáticas de seguridad. Con el microtráfico y otros delitos en aumento, el reclamo de acciones efectivas por parte de las fuerzas del orden se vuelve cada vez más apremiante. Este discurso no solo resuena en los pasillos del gobierno, sino también en las calles de la ciudad, donde los ciudadanos exigen respuestas y medidas que les permitan vivir en un entorno más seguro y protegido.
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