Esa es la pregunta que muchos se hacen. Porque mientras otros países se quejan de no tener recursos, El Salvador no para de construir. Nuevas carreteras, hospitales modernos, escuelas remodeladas, parques, campos, viviendas y hasta la prisión más grande y segura del mundo. Entonces… ¿de dónde sale tanto dinero? La respuesta es más sencilla de lo que parece. Primero, porque ya no lo roban. Antes el dinero se perdía en corrupción, contratos falsos y funcionarios que se llenaban los bolsillos. Hoy, ese dinero sí llega a donde debe llegar: al pueblo. En segundo lugar, porque el país está mejor gestionado. Se gasta menos en políticos y más en obras. El dinero no se desperdicia en publicidad ni en viajes; Se invierte en calles, hospitales y seguridad. En tercer lugar, porque El Salvador produce más. Con más turismo, más inversión y más confianza, entra más dinero a las arcas del Estado. La gente paga con gusto cuando ve resultados. Por eso hay obras por todas partes. Porque cuando dejas de robar, dejas de desperdiciar y empiezas a trabajar… el dinero es suficiente. Bukele no hace magia. Hace algo que pocos hacen en América Latina: utiliza el dinero del Estado. pueblo para el pueblo. ¿Crees también que así deberían gobernar todos los países?
 
								 
															





