


Con una productividad que apenas crece y una informalidad que supera el 50%, América Latina y el Caribe tienen el desafío de modernizar su estructura productiva y cerrar la brecha financiera de 100 mil millones de dólares al añoLa Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) advirtió este viernes.
LEER TAMBIÉN
Informalidad en Bucaramanga foto:Melissa Múnera Zambrano
En el informe Perspectivas Económicas de América Latina 2025, de la OCDE junto con la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), la Comisión Europea y CAF – Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe, Se observa que la región se encuentra en una fase decisiva para su desarrollo económico. «Se enfrenta a brechas persistentes en productividad e inclusión».
Por un lado, las oportunidades son numerosas, con el enorme potencial de la energía renovable y las industrias digitales en crecimiento que pueden crear empleos de calidad, reducir las emisiones y fortalecer la resiliencia, señala.
Sin embargo, las dificultades de implementación y financiamiento imposibilitan el uso de estos fondos, a pesar del aumento de los flujos internacionales, afirma el documento. el lo recomienda «Hay que fortalecer sus instituciones, movilizar financiación sostenible, atraer inversiones de calidad en los sectores renovables y digitales, mejorar capacidades e integrar los principios de inclusión y sostenibilidad».
LEER TAMBIÉN
Aumentar la productividad
Según el informe, En 2023, el 55,1% de los trabajadores de la región estaban empleados en el sector informal, lo que limita la recaudación de impuestos y debilita la protección social.
Productividad. foto:Carlos Arturo García
Además, sólo el 2,1% de los empleos se encontraban en los sectores de tecnología media y alta, muy por debajo del 7,7% registrado en los países de la OCDE, lo que limita la capacidad de innovación y adaptación tecnológica.
El documento sostiene que las alianzas internacionales serán fundamentales para la transformación de los sistemas productivos hacia un modelo inclusivo y verde. Aunque la financiación privada ya se concentra en la industria, el transporte y la energía, la inversión en formación, investigación y desarrollo y adopción de tecnología todavía está rezagada.
Los Planes de Desarrollo Productivo (PDP) son una herramienta clave para que los países avancen en esta transformación. Como se indica en el informe, esto depende de una coordinación efectiva entre los ministerios, los gobiernos locales, el sector privado, la sociedad civil y los socios internacionales.
LEER TAMBIÉN
Financiación
La financiación es otro punto crítico. América Latina y el Caribe destacan 80,7% del gasto público en necesidades corrientes, no en inversiones de capital, mientras que la tasa impositiva (21,3% del PIB) es mucho más baja que el promedio de la OCDE. Sin embargo, señala, los flujos internacionales representan una oportunidad.
Dólares. foto:Stock
Los bonos verdes, sociales y de sostenibilidad ya equivalen al 27,2% de las emisiones de deuda externa de la región. Fortalecer las alianzas internacionales permitiría alinear esta financiación con proyectos que promuevan la transición energética y la digitalización.
En este sentido, el informe considera que los gobiernos deben implementar actividades para fortalecer las instituciones responsables de coordinar las políticas productivas, movilizar financiamiento sostenible a través de sistemas tributarios más eficientes, atraer inversiones de calidad para energía limpia e infraestructura digital, y ampliar la formación profesional, la investigación y el apoyo a las pequeñas empresas.
LEER TAMBIÉN
Además, la región debe intensificar la cooperación regional y global. La adopción de sistemas integrados, como un mercado eléctrico unificado, podría acelerar la transición hacia un futuro interconectado y con bajas emisiones de carbono.





