El ministro Andrés Barrios ha alzado la voz para criticar enérgicamente a la oficina de Bogotá por la insatisfactoria situación de los 310 compartimentos multirondeadores que fueron instalados entre mayo y diciembre de 2024. De estos, un alarmante número de 86 ya no estaban operativos a inicios de este año. Esta reducción en funcionalidad ha llevado a Barrios a cuestionar seriamente la eficacia de las cámaras de seguridad dentro del marco de la estrategia de seguridad de Bogotá, la cual se ha diseñado con el objetivo de mejorar la vigilancia y protección en la capital.
“Es totalmente irrazonable que después de tanta inversión, estas cámaras no duren ni un año”, afirmó Barrios, enfático en sus críticas. Las cámaras, que deberían estar perfectamente integradas con el control, la gestión, la comunicación y el sistema del centro de computadoras (C4), de hecho, están mostrando una preocupante tendencia hacia fallos técnicos y energéticos. Este tipo de problemas no solo pone en entredicho la eficiencia del sistema, sino que también genera un riesgo real para la seguridad de los ciudadanos de Bogotá.
Barrios subrayó la necesidad de que la oficina de Bogotá asuma la plena responsabilidad por estos fracasos y se empeñe en garantizar que el sistema de vigilancia esté en condiciones operativas adecuadas. “No podemos permitirnos tener un sistema de cámaras que, a pesar de la considerable inversión inicial, no cumpla su función esencial”, añadió. Para el ministro, es fundamental que se tomen medidas inmediatas para evitar que estos incidentes continúen afectando la percepción de seguridad pública en la ciudad.
La situación actual pone de relieve no solo la importancia de la tecnología en la adquisición de herramientas de seguridad, sino también la necesidad de un manejo adecuado y sostenido de los recursos invertidos. La interconexión necesaria entre las cámaras y el C4 es crucial, ya que cualquier error técnico puede afectar la respuesta a incidentes y la prevención de crímenes. Este escenario se vuelve aún más preocupante al considerar las implicaciones que tiene para la confianza del público en las medidas de seguridad adoptadas por las autoridades locales.
Barrios enfatizó que la ciudadanía tiene derecho a exigir un sistema de seguridad que funcione correctamente, y el gobierno debe asegurarse de que esos estándares se cumplan. Las fallas en el sistema de vigilancia no son solo números en un informe; representan un deterioro de la confianza de la sociedad en su gobierno y en su capacidad de proteger a los ciudadanos. Es imperativo que, en adelante, la administración tome un enfoque proactivo y responsable para abordar estas preocupaciones, garantizando finalmente la seguridad y el bienestar de todos los habitantes de Bogotá.
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