La Junta Autónoma de Reglas Fiscales (CARF) ha emitido una seria advertencia en su reciente informe presentado ante el Congreso de la República. En este análisis, señala que los elevados niveles de endeudamiento del Gobierno Nacional Central (CNC) han alcanzado cifras históricas, lo que generará repercusiones notables durante la próxima década. Sin embargo, este aspecto representa sólo una de las numerosas preocupaciones que afectan la sostenibilidad de las finanzas públicas, como ha evidenciado su exhaustivo análisis sobre la situación actual del país.
Uno de los principales puntos que menciona el informe es la inflexibilidad del presupuesto, que se está volviendo más ajustado y en aumento. Esta situación es catalogada como un problema significativo, ya que “reduce el margen de maniobra del gobierno y está limitando el espacio para el consumo social y productivo”.
Sobre los ingresos del estado, el comité también ha manifestado su preocupación respecto al modesto crecimiento que se espera en la generación de recaudación permanente. Esta circunstancia impone desafíos adicionales para estabilizar las finanzas públicas mientras destaca la gran brecha entre las tasas de interés y el crecimiento económico, lo que ocasionará dificultades para lograr la convergencia de la deuda hacia sus objetivos esperados.
Para CARF, en el contexto futuro, los costos estarán relacionados con la dinámica del gasto en el Sistema General de Pensiones (SGP), la salud pública, y las obligaciones por intereses, estimaciones que podrían representar hasta 2.3 puntos porcentuales del PIB en la próxima década.
En cuanto al SGP y las pensiones, se subraya que las presiones derivan de reformas que han sido aprobadas por el Congreso de la República en el año anterior.
En este sentido, se recomienda de forma urgente que se “implemente medidas que reduzcan la rigidez del presupuesto, fortalezcan el ingreso estructural y aseguren que las nuevas reformas sean fiscalmente viables”. La Junta considera que este esfuerzo sólo puede lograrse mediante la coordinación entre el gobierno, el Congreso de la República, y los actores de la sociedad civil, tal y como se afirma en el informe.
Advertencias válidas
Los analistas económicos han corroborado el diagnóstico del CARF, advirtiendo que el país enfrenta enormes desafíos en su gasto público, lo que hace que las alertas emitidas sean sumamente relevantes.
Daniel Velandia, Director Ejecutivo de Investigación Económica y Economista de Capital Creikorpic, destaca que existen preocupaciones que trascienden el contexto interno, aludiendo a un entorno externo adverso que incluye el aumento de las tasas de interés y otros factores que afectan la economía.
Además, Velandia apunta que la salud del sistema de pensiones añade otra capa a la presión sobre el gasto fiscal. “Según las proyecciones del gobierno, en los próximos años se podría hablar de un incremento de hasta tres puntos porcentuales del PIB solo en el área de las pensiones, lo cual podría resultar en un déficit adicional de hasta el 0.6 por ciento del PIB”, comentó.
Costo fiscal y columna de solidaridad, que está más preocupada por la reforma de las pensiones Foto:Izock
CARF revela que entre 2019 y 2024, los gastos del CNC se incrementaron en 4.6 puntos porcentuales del PIB, alcanzando un 23.2 por ciento del PIB el año anterior, mientras que los ingresos solo aumentaron en 0.3 puntos porcentuales, a pesar de la aprobación de dos reformas fiscales.
Ante esta situación, el comité ha señalado que este desequilibrio ha generado un déficit fiscal elevado y persistente, que se ve acentuado por la inflexibilidad presupuestaria, que, a finales de 2024, representará aproximadamente el 90 por ciento del consumo del CNC (FEPC).
Para César Pabón, CEO senior de Coricolombian Economic Research, no hay dudas sobre las intensas presiones en el gasto público. El aumento de los gastos discrecionales en los últimos años, especialmente en áreas como el empleo y el consumo social, ha acentuado la rigidez del presupuesto, al que se le destina aproximadamente el 90 por ciento de los recursos, lo que limita considerablemente la capacidad de maniobra del gobierno.
Para evitar un mayor deterioro fiscal, subraya la necesidad de implementar un plan de ahorro que optimice los costos operativos. Según sus estimaciones, un ajuste homogéneo en el consumo operativo podría generar ahorros de al menos 20 mil millones de pesos. Además, “es urgente avanzar en la revisión y flexibilización de los gastos, así como en reformas constitucionales que armonicen las responsabilidades fiscales con los recursos limitados disponibles en el Ministerio de Finanzas”.
Luis Fernando Mejía, Director de Fedesarrollo. Foto:Néstor Gómez. Tiempo
Acuerdo político
El consenso entre los analistas indica que es urgente reducir el gasto público para que el país logre alinearse con su flujo de ingresos, y así aliviar la presión sobre la economía.
Luis Fernando Mejía, director del Centro para el Pensamiento y los Estudios Económicos Fedesarrollo, reitera que el informe de CARF refuerza la necesidad de ajustar el tamaño de los costos para hacerlo compatible con la capacidad de generación de ingresos del país.
“Colombia no puede sostener sistemáticamente un déficit superior al 6 por ciento del PIB, ya que esto vuelve insostenible la deuda pública. Si no se ajustan los costos en los próximos años, no dudo que enfrentaremos una crisis fiscal profunda”, advirtió el economista.
La principal preocupación radica en la falta de disposición política para llevar a cabo estos ajustes, según Felipe Campos, Gerente de Estrategias de Inversión en el Grupo Alianzi. Este advierte que las herramientas técnicas, como las reglas fiscales, pueden no ser suficientes para guiar a los tomadores de decisiones en una dirección correcta.
Además, menciona que el alto riesgo de una crisis financiera apunta a un 70 por ciento, a pesar de que la regla permita ciertas flexibilidad en condiciones específicas, será muy difícil regresar a niveles más sostenibles. “Se podría hacer mucho si la mayoría del espectro político aceptara la necesidad de un estado más pequeño, con menos ministerios y menos costos”, dice, añadiendo que el contexto en Colombia hace que tal consenso sea complicado, especialmente cuando hay gran necesidad de consumo. Esto requiere de un considerable capital político, algo que suele materializarse únicamente tras una crisis profunda, como la que ha experimentado Argentina.
Por otro lado, Velandia, de Credicorp, señala que el próximo gobierno quizá deba gestionar un entorno diferente, que no será fácil, pero que indudablemente conllevará complejidades adicionales. “Se necesita una reforma que establezca los ingresos de la nación y aborde el gasto público, y creo que la reforma de la legislación fiscal representa una oportunidad para analizar el gasto público del país, buscando una mayor eficiencia y eliminando gastos no prioritarios, además de emitir mensajes de responsabilidad y estabilidad fiscal que deben ser las prioridades del gobierno.”