Alerta ambiental en Chocó: llegada masiva de ecosistemas y comunidades de sargasso amenazas

En Colombia, la situación ambiental está tomando un giro alarmante, ya que más de 22,000 toneladas de sargasso han llegado a afectar un recorrido de 12 kilómetros de playas en la región del Chocó. Este fenómeno no solo representa un desafío ecológico, sino que también amenaza la integridad de los ecosistemas marinos y las comunidades que dependen de ellos. En este contexto, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible (Minambiente) está coordinando múltiples acciones para mitigar el impacto del sargasso y proteger tanto a la biodiversidad marina como a las agrupaciones costeras.

La emergencia ambiental está afectando de manera directa a las comunidades del Chocó, especialmente Acandí, San Francisco, Triganá, Capurganá, Sapzurro, Rufino y Capitán. Estas áreas han sido identificadas por la Corporación Autónoma Regional para el Desarrollo Sostenible de Chocó (Codchocó) y los Parques Nacionales como puntos críticos de preocupación. La descomposición de los ecosistemas en estas zonas podría impactar severamente alrededor de 34.45 km de costas rocosas, 31.76 km de playas, 351.48 hectáreas de pastos marinos, 43.68 hectáreas de manglares y unas impactantes 954.37 hectáreas de áreas corales, las cuales son vitales para la biodiversidad local.

De acuerdo con el Comité Asesor Científico y Técnico (STAC) del Protocolo del Acuerdo de Cartagena referente a las áreas y la flora y fauna salvajes especialmente protegidas (SPAW), el Sargassum pelágico es un tipo de alga marina que forma grandes mantos flotantes, comúnmente conocidos como ‘Tadas de Oro’. Este tipo de alga es habitual en el océano Atlántico, específicamente en las aguas cálidas del Atlántico Tropical Sur y el Atlántico Norte, incluyendo el Mar de Sargasso. Sin embargo, en los últimos años, las proliferaciones anómalas de dos especies de sargasso, Sargassum natans y S. fluitans, han afectado las costas de varias islas del Mar Caribe y países de América del Sur, Central y del Norte, provocando impactos negativos en los ecosistemas estratégicos como los corales, manglares y los nidos de tortugas.

La intensificación de la llegada de sargazo a las costas del Caribe plantea importantes retos ambientales y socioeconómicos. Este fenómeno impacta directamente en la biodiversidad marina, así como en la pesca y el turismo, que son pilares económicos de las comunidades costeras. Además, la masiva presencia de sargasso puede tener efectos nocivos en la salud de las poblaciones que habitan en zonas costeras, afectando su calidad de vida y actividades laborales, sobre todo en sectores como el turismo y la pesca.

Investigaciones recientes sugieren que hay un posible vínculo entre estas llegadas masivas de sargazo y el aumento de la contaminación por nutrientes en el entorno marino. El exceso de sustancias como nitrógeno y fósforo, proveniente de fuentes como la escorrentía agrícola y el vertido inadecuado de aguas residuales, propician procesos de eutrofización que pueden favorecer el crecimiento de algas perjudiciales, incluyendo el sarguerzo. Sin embargo, se requiere llevar a cabo estudios más profundos para entender mejor las causas detrás de estas proliferaciones.

Según las recomendaciones del Comité Asesor de STAC, es esencial implementar una estrategia de manejo multifacética que contemple tres niveles de intervención, integrando un enfoque predictivo y de recolección de sargazo para su uso como biocombustible o biogás. Dado que estos episodios no son fenómenos aislados, se hace necesaria una cooperación multilateral y la integración de diversas agencias para abordar de forma conjunta este fenómeno complejo que ha surgido en los últimos años.

La gravedad de la situación ha llevado al Minambiente a colaborar estrechamente con la Unidad Nacional para la Gestión de Riesgos de Desastres (UNGRD) para actuar de manera combinada ante este reto. También han buscado sumar esfuerzos con la Dirección Marítima General (DiMar) y la Marina Nacional para coordinar acciones de gestión efectivas, en cooperación con entidades como CodeChoco y Parques Nacionales. Además, se ha avanzado en el contacto con expertos tanto nacionales como internacionales, buscando incorporar conocimientos y experiencias de países caribeños enfrentando problemas similares de llegada de Sargassum.

Se tiene la expectativa de que mediante el trabajo conjunto con diversas instituciones, las repercusiones de estos afloramientos puedan ser mitigadas y, en el futuro, se puedan prever emergencias de este tipo a partir de experiencias previas. En los Parques Nacionales Naturales de Colombia, se han comenzado a ejecutar acciones de gestión en el santuario de fauna de Acandí, Playón y Playona, donde se organizaron jornadas de limpieza para mitigar el efecto del sargazo en la anidación de las tortugas marinas. Durante estas actividades se lograron recolectar más de 3 toneladas de algas y material vegetal, y se continuará priorizando la recolección manual para una eliminación controlada, con un firme compromiso de cuidar los ecosistemas estratégicos y la biodiversidad del área protegida.

Finalmente, el Minambiente reitera su compromiso con las comunidades del Caribe Chocoano, subrayando la importancia de preservar el santuario de Acandí, así como la protección y sostenibilidad de los valiosos ecosistemas marinos y costeros que hacen parte de la región. Es vital mantener una articulación interinstitucional efectiva para lograr estos objetivos.

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