Un nuevo escándalo llega al ejército nacional. El mayor Edwin Aguirre, actual comandante del rápido Batallón de despliegue No. 26, enfrenta serias acusaciones de su esposa, la sargento Karina Ramírez, que fue secuestrada por el ELN con sus dos hijos y su mascota en julio de 2023 en el departamento de Arauca.
El caso del secuestro estaba ampliamente cubierto en ese momento, no solo por su impacto emocional, sino también por las tensiones que generó en el marco del proceso de paz total promovido por el gobierno del presidente Gustavo Petro. Incluso el entonces Ministro de Defensa, Iván Velásquez, mantuvo a la persona uniformada por haber viajado sin las debido precauciones para un área de alto riesgo.
Casi dos años después de su lanzamiento, el sargento Ramírez ha entregado a SEMANA Un testimonio revelador. Afirma haber sido víctima de abuso sexual por parte de las guerrillas durante su cautiverio. «Nunca quise decirlo como vergüenza, pero o eran mis hijos o era yo. Ha sido una muerte en la vida», dijo.
Ramírez también afirma que, después de su liberación, su vida ha sido marcada por un nuevo calvario, esta vez dentro de su entorno familiar. En su queja ante la oficina del fiscal, señala al mayor Aguirre, su propio esposo, como presunto responsable de su secuestro. Según su historia, durante su cautiverio, los Guerrillas de Eln hicieron preguntas sobre información que solo había compartido con Aguirre, incluida una fotografía de una operación militar que había mostrado.
El sargento también denuncia inconsistencias en las declaraciones de los principales ante las autoridades. «Sabía que me habían transferido, pero en la oficina del fiscal, dice que no tenía conocimiento. Eso es falso», dijo.
A esto se agrega un informe del Hospital Militar, que activó el protocolo del «Código Blanco» por presunto abuso sexual hacia sus hijos menores. El mayor Aguirre aparece como el principal sospechoso, según el documento, que ya está al tanto de la oficina del fiscal, el ICBF y el ejército.
Además, Ramírez afirma haber encontrado en la computadora que compartió con Aguirre un archivo con fotografías de mujeres civiles y militares desnudas o medias, organizadas por cartas del alfabeto. «Me dijo que los tenía desde que era un teniente, que era parte de su vida», dijo. Las imágenes, según su queja, incluían gestos sexuales y mujeres con uniforme militar.
Este hecho es conocido mientras el comandante del ejército, el general Emilio Cardozo, ha anunciado una investigación interna realizada por una supuesta red de prostitución en la institución. «Lo que se ha identificado hasta ahora son montajes con caras de cadetes y cuerpos que no les pertenecen. Es parte de una investigación en curso», dijo el general.
SEMANA Se puso en contacto con el mayor Edwin Aguirre para conocer su versión. El oficial negó todas las acusaciones, describió el testimonio de su esposa como «falso» y aseguró que es una represalia después de haber decidido poner fin a la relación. Indicó que no hará declaraciones públicas y que iniciará acciones judiciales contra la sargento Karina Ramírez.
