El encuentro habría sido entre dos menores por gustarle la misma chica
Un acto grave de violencia escolar se sorprende a la comunidad educativa de la ciudad de USME, en el sur de Bogotá. Un estudiante fue apuñalado dentro de un campus educativo, supuestamente por un compañero con el que mantuvo una discusión relacionada con un conflicto sentimental.
El menor atacó, según su madre, Fernanda Castañeda, recibió dos puñaladas en medio de una confrontación que, si no por una reacción rápida del niño al girar su cuerpo, podría haberle costado vida. «Si no se hubiera movido, le habría dado recto en su pecho. Quería matarlo», la mujer denunció con una preocupación obvia.
El gatillo
El caso ocurrió dentro de las instalaciones escolares, durante el día escolar. Según lo narrado por la madre, el ataque habría sido motivado por un supuesto triángulo amoroso entre los adolescentes involucrados. Sin embargo, lo que más preocupa a la familia es la aparente falta de medidas preventivas y el acompañamiento psicológico en el campus educativo, lo que permitió a un estudiante entrar con un arma blanca.
«Mi hijo está vivo en Milagro. No entiendo cómo dejan que los niños entren con cuchillos y nadie se da cuenta. Hoy fue mi hijo, mañana puede ser el de otra familia», agregó Castañeda.
Las autoridades investigan el caso
El menor lesionado fue transferido inmediatamente a un centro de salud, donde recibió atención médica por lesiones, que aunque no comprometieron los órganos vitales, generó una gran angustia. Las heridas fueron tratadas de manera oportuna y se espera su recuperación física, aunque el impacto emocional para él y su familia podría durar mucho más.
Las autoridades ya están al tanto del caso y el Ministerio de Educación anunció que iniciará una investigación interna para determinar si hubo fallas en los protocolos de seguridad de la escuela. Por su parte, la policía de la infancia y la adolescencia asumió la investigación criminal, ya que el agresor también es un menor.
La familia del estudiante atacado exige justicia y un mayor control en las instituciones educativas. Este hecho revive el debate sobre la violencia escolar en Bogotá y la necesidad de reforzar las medidas de prevención y coexistencia pacíficas en las escuelas de la ciudad.
