Su madre, Gloria Inés Noreña, informó que los dos jóvenes viajaban en un automóvil particular y que, al llegar a un deslave en la vía -cerca del municipio de San Luis, a unos 130 kilómetros de Medellín- dos personas que los acompañaban se dieron vuelta, mientras Andrés y Kevin quedaron en un lugar con indicaciones de que continuarían el viaje por otro medio.
El joven le envió un mensaje a su novia diciéndole que habían superado el desplome y abordaron un autobús para continuar. Pero la última señal del celular sugiere que pudo haberse desviado de la carretera y que el dispositivo quedó “en el monte”, como si alguien lo hubiera dejado caer para no dejar rastros.
En medio de su angustia, la madre dijo: «Esto me está carcomiendo la cabeza. Hoy es su cumpleaños, 26»Además, denunció que el padre de Andrés recibió una llamada en la que le ordenaban dejar de buscar al joven, bajo amenazas de que algo pasaría si continuaba.
Para complicar aún más el caso, Gloria Inés mencionó que los mismos compañeros que llevaban a su hijo y a su amigo usaban los apodos “Yamba” y “Arrieta”. También recordó que Andrés, antes de desaparecer, le dijo que quería alejarse del mundo en el que se movía (relacionado con la música guaracha) y que le habían ofrecido un vehículo para trabajar con plataformas.
Imploró a las autoridades actuar urgentemente en la búsqueda de los jóvenes. Aunque admite que no puede decir que su hijo fuera “un santo”, insiste en que debe tener una oportunidad: “Si logras leer este mensaje… si estuvo mal, que demuestre que todos podemos tener una segunda oportunidad”.
 
								 
															





