Un nuevo capítulo está por escribirse en el agitado ajedrez político de Tolima, un escenario que se intensificará aún más antes de las elecciones de 2026. Esta situación culminó en una serie de comentarios que, aunque críticos, también reconocen la notable trayectoria política de los involucrados.
En este contexto, Javier Mora expresó su opinión acerca de la reciente decisión de Avilés de unirse al movimiento liderado por Barreto, y lo hizo desde una perspectiva que resalta la complejidad ideológica detrás de esa acción. Mora subrayó que a pesar del trabajo previo de Avilés con las industrias conservadoras, su último andar en el camino del Barbetismo representa una ‘paliza’ desde la óptica ideológica. «Si piensas que él es un liberal y que tiene una ideología liberal, entonces debe actuar de acuerdo a dicha ideología, sin importar quiénes sean las personas involucradas o los nombres que se mencionen», aseveró Mora, en un tono enfático que refleja su postura sobre la fidelidad a los principios liberales.
El Ministro no solo se detuvo ahí; también se tomó un momento para aclarar que Avilés no ha cerrado ninguna puerta al liberalismo. «Nunca he escuchado que una firma haya sido denegada. Si su intención era buscar un espacio en el consejo, el parlamento o en una sala, ciertamente se le habría proporcionado el respaldo necesario», explicó Mora, apuntando a su convicción de que el eco de la demanda por apoyo político es palpable en el entorno.
¿Comunidad para la comodidad?
Aprovechando la oportunidad, el Ministro también lanzó una crítica hacia la constante oscilación de alianzas en el ámbito político, tanto a nivel municipal como nacional. En su perspectiva, esta falta de estabilidad responde más a una búsqueda desenfrenada de poder que a un compromiso genuino con una ideología bien definida. “Hay muchos en la política que creen que el verdadero poder se encuentra en quienes ostentan el mando”, subrayó, reflejando un descontento hacia la superficialidad con la que algunos actores políticos manejan sus principios.
Mora hizo hincapié en la necesidad fundamental de construir una política que se fundamente en la capacitación, la continuidad y la autenticación, siempre con una visión clara hacia el futuro. Desde su ángulo, estas obligaciones parecen quedar en una especie de limbo, aguardando el compromiso genuino de los líderes de hoy.
Con respecto a las aspiraciones de Avilés, el mensaje de Javier Mora fue claro como el agua: le deseó buena suerte, pero también le lanzó una advertencia sustancial. «Espero que reciba un apoyo significativo que no se reduzca a ser un simple relleno», afirmó, dejando entrever sus dudas sobre el verdadero respaldo que Avilés recibiría dentro del ámbito del Barbetismo y sugiriendo que podría haber más que simples buenos deseos por parte de algunos de sus nuevos aliados.
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