Después de más de ocho meses de ardua investigación y seguimiento, las autoridades locales han logrado capturar a los presuntos perpetradores del trágico asesinato de Édgar Páez, quien ocupaba el cargo de presidente y además era accionista mayoritario del Tigres FC Club. Esta importante noticia fue anunciada por el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, a través de su cuenta en la red social X. En su mensaje, expresó que «gracias a la obra de inteligencia de la policía de Bogotá, los dos cedidos responsables han sido detenidos».
Los detenidos son un hombre y una mujer, quienes ya se encuentran bajo la custodia de las autoridades. Hasta el momento, no se ha revelado información sobre sus identidades, dado que las autoridades están llevando a cabo los procedimientos judiciales correspondientes. Esta falta de información es parte del protocolo para garantizar que el caso se maneje de manera adecuada y eficiente, sin comprometer la investigación.
El crimen, que ha conmocionado a la comunidad y al mundo del fútbol colombiano, tuvo lugar el 23 de septiembre de 2023. Édgar Páez fue asesinado tras dejar el estadio donde se había disputado un partido entre Tigres y Atlético de Cali, ambos equipos de la categoría de segunda división del fútbol colombiano. Después de la derrota de su equipo, Páez abordó un vehículo junto a una de sus hijas con el propósito de regresar a su hogar. Mientras cruzaban el sector de Puente Aranda, dos individuos en motocicleta se acercaron al automóvil y abrieron fuego sin pronunciar ninguna palabra. Los disparos impactaron en su tórax, cuello y cráneo.
A raíz de esta feroz agresión, una ambulancia lo trasladó de emergencia a la clínica Méderi, donde, lamentablemente, falleció a causa de las heridas sufridas. Este brutal asesinato sorprendió a la comunidad futbolística de Colombia e instauró un clima de incertidumbre y temor, provocando inquietudes acerca de posibles vínculos con actividades de apuestas deportivas, aunque las autoridades han insistido en que no hay evidencia que sugiera que Páez estuviera involucrado en tales prácticas. Esta aclaración es fundamental para evitar especulaciones que podrían empañar la memoria del dirigente deportivo.
La captura de esta pareja supone un avance significativo en el caso y representa un cierre a una larga búsqueda que se inició el mismo día del asesinato. Ahora, los individuos acusados enfrentarán un proceso judicial que determinará su grado de responsabilidad en este crimen que ha causado un profundo dolor en el deporte nacional y ha dejado una herida abierta en la comunidad. A medida que se desarrollan los procedimientos legales, se espera que la justicia prevalezca y que la memoria de Édgar Páez sea honrada adecuadamente, reafirmando así la importancia de la seguridad y la justicia dentro del ámbito deportivo.