El Fiscal General de la Nación ha formalizado la presentación de cargos contra Jhon Jairo Donado Pinto y Alcides Alberto Villazón Durán ante un juez de control de garantía. Ambos individuos están acusados por su involucramiento en un audaz robo que tuvo lugar en el aeropuerto de Riohacha, en La Guajira, el pasado 9 de abril. Este evento criminal ha generado gran inquietud en la población local y ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad de las estructuras de seguridad en lugares estratégicos como aeropuertos.
El robo se llevó a cabo de manera coordinada cuando un grupo de hombres armados logró infiltrarse en la pista del aeropuerto. Su objetivo era confiscar al menos 12 tulas que contenían una significativa suma de dinero, las cuales estaban destinadas a ser cargadas en un vuelo de Latam con rumbo a Bogotá. Este asalto no solo fue audaz, sino también extremadamente peligroso, dado que se realizó bajo la mirada de testigos y la inminencia de la reacción de las autoridades.
La rapidez con la que se desarrollaron los eventos provocó que, tras el robo, se iniciara una intensa persecución policial que abarcaría varias localidades, desde Riohacha hacia Santa Marta. Los delincuentes, al verse acorralados, tomaron decisiones desesperadas, ya que se reportó que habrían incinerado algunas bolsas llenas de dinero en su intento por evadir a las autoridades. Este acto, sin duda, no solo muestra la frialdad de los criminales, sino también la premeditación de su asalto.
Durante su fuga, los maleantes obligaron a otros ciudadanos a desembarcar de un vehículo que utilizaban, en un intento por diluir su identificación y disminuir la posibilidad de ser capturados. Sin embargo, el seguimiento policial fue persistente, y varias patrullas de la Policía Nacional se dispusieron a seguir la ruta que, según informes, habían tomado los dos vehículos involucrados, uno de los cuales había sido sustraído.
En este contexto, los cuerpos de seguridad lograron rastrear los vehículos y, a lo largo de la carretera, encontraron uno de los automóviles abandonados, mientras que el otro se encontró en posesión de Villazón Durán. En el momento de su captura, se descubrió que este criminal se encontraba bajo prisión domiciliaria y tenía en su poder una bolsa de tela que contenía billetes de diversas denominaciones, además de portar dos chalecos antibalas completos, cargadores y municiones de diferentes calibres.
Por otro lado, en la misma operación fue detenido Donado Pinto, quien, al momento de su arresto, portaba un arma de fuego, un cargador, cartuchos, un explosivo en forma de granada, un bloqueador de señales y dos maletas completamente llenas de dinero en efectivo. Las implicaciones de este asalto no solo se limitan al valor económico de lo robado, sino también al aumento de la preocupación ciudadana sobre la seguridad en los aeropuertos y la efectividad de los mecanismos de protección que deberían estar operativos en tales instalaciones.
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