Con el dolor como motor: ‘La seguridad volverá’, promete Miguel Uribe padre – Cronica alterna

En su rol de nuevo candidato presidencial por el Centro Democrático, Miguel Uribe Londoño ha señalado que ha retomado con decisión la bandera central que defendió apasionadamente su hijo, el fallecido Miguel Uribe Turbay: restaurar la seguridad en Colombia. Durante una intervención pública en el marco del programa “Creo que soy presidente”Londoño aseguró:

“Sigo con sus banderas… lo que más quería: que vuelva la seguridad a Colombia”.

Contexto familiar y político detrás de la frase

Para comprender la carga simbólica de ese compromiso es necesario revisar la tragedia política que atravesó la familia Uribe-Turbay y la decisión que tomó Londoño al asumir el legado.

  • La mañana del 7 de junio de 2025, durante un acto político en Bogotá, Miguel Uribe Turbay fue víctima de un ataque con arma de fuego que le provocó graves lesiones.
  • Luego de luchar por su vida durante semanas, falleció el 11 de agosto de ese año.
  • Uribe Turbay fue una figura emergente en la política colombiana: senador, candidato presidencial y con propuestas enfocadas en la seguridad, el desarrollo económico y la modernización institucional.
  • Con su muerte, la familia decidió por unanimidad que sería su padre quien tomara el relevo político. Según el Centro Democrático, “la familia de Miguel Uribe Turbay decidió por unanimidad que sería él quien ingresara al proceso de selección del candidato presidencial del partido en ausencia de su hijo”.

Ese camino no ha sido fácil. Miguel Uribe Londoño –empresario, político con experiencia previa como concejal y senador– ha dicho reiteradamente que no buscó la aspiración, sino que asumió el desafío motivado por el dolor de haber perdido a su hijo y por el deber de continuar lo que representaba.

¿Qué propone Londoño bajo la bandera de la seguridad?

Durante su discurso y en declaraciones posteriores, el candidato ha destacado varias líneas de actuación clave:

  1. Voluntad política y autoridad al Estado
    Según Londoño, el problema central es que “el presidente no permite que soldados y policías nos defiendan” y criticó lo que considera restricciones legales y políticas a la aplicación de la ley.
  2. Relación entre seguridad y desarrollo económico
    Londoño sostiene que sin seguridad no hay confianza, no hay inversión, no hay empleo. “La mejor política social es que haya empleo”, argumenta, y para ello considera fundamental garantizar primero el orden público.
  3. Un Estado más austero y lucha contra la corrupción
    Afirma que el déficit fiscal y los problemas presupuestarios se deben “al despilfarro y a la corrupción”. Propone un Estado más pequeño, con menos gasto innecesario, para liberar recursos para temas prioritarios.
  4. Propuestas regionales para enfrentar la criminalidad
    En un evento en Cali advirtió que “se acabó la fiesta” para los delincuentes, y propuso acciones coordinadas en municipios clave, intervención portuaria y fortalecimiento institucional en zonas rurales para cortar los flujos del crimen organizado.

Críticas y desafíos respecto del discurso

No todo han sido aplausos. Algunos observadores y actores políticos han señalado lo siguiente:

  • Legitimación del reemplazo político. Que un padre sostenga las banderas de su hijo fallecido puede tener un fuerte componente simbólico, pero también plantea interrogantes sobre la sustitución técnica o la continuidad de un programa político sin el consenso activo de las bases.
  • La seguridad como discurso electoral. En Colombia, la seguridad ha sido un tema repetido en las exitosas campañas de derecha. Algunos críticos señalan que prometer “devolver la seguridad” es una frase de alto impacto electoral, pero difícil de cumplir dada la complejidad del fenómeno de la delincuencia, las disidencias y las redes criminales.
  • Desafíos institucionales y legales. La disciplina de las fuerzas armadas, el papel de la justicia, las garantías de los derechos humanos y el equilibrio entre el orden y las libertades civiles son cuestiones delicadas. En un país donde el debate sobre cómo utilizar la fuerza legítima está lleno de historia, Londoño tendrá que explicar claramente hasta dónde llega su propuesta.
  • Seguridad para sí mismo. Al asumir un papel tan visible y simbólico, Uribe Londoño enfrenta sus propios riesgos. En su discurso también está implícita la suposición de que es un objetivo político inevitable.

Homenaje, memoria y campaña

El discurso de seguridad no es sólo electoral: lleva consigo una dimensión de homenaje personal. Hace unos días, al conmemorarse cuatro meses del ataque contra su hijo, Londoño compartió -a través de las redes sociales- un video del instrumento de banda (una batuta) que Miguel usaba en la escuela, con un emotivo mensaje: “Hijo amado, siempre estarás presente”.

Esa mezcla de dolor familiar, memoria política y ambición electoral define su propuesta: no sólo reparar la pérdida, sino transformar el país bajo la promesa de restaurar el orden y la paz. Si logra consolidar su base, superar las críticas y articular una estrategia de seguridad realista, podrá posicionarse como una fuerte alternativa del bloque opositor de cara a las elecciones presidenciales de 2026.

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