Durante un evento realizado en la Cámara de Comercio de Chapinero, el 6 de octubre de 2025, la secretaria Distrital del Hábitat de Bogotá, Vanessa Velasco Bernal, arquitecta y especialista en desarrollo urbano sostenible, con más de 20 años de experiencia en planificación territorial, políticas de vivienda y regeneración urbana, presentó oficialmenta la convocatoria para el reúso de edificaciones subutilizadas o en desuso, la cual funcionará como una modalidad del programa ‘Ahorro para mi Casa’.
Según la Secretaría Distrital del Hábitat, el programa ‘Ahorro para mi casa’ es «un aporte distrital en dinero que se entrega a hogares beneficiarios, por una única vez, destinado a cubrir, parcial o totalmente, el canon de arrendamiento mensual de una unidad de vivienda. Esto condicionado a que el hogar beneficiario ahorre un monto mensual con el propósito de incentivar hábitos financieros saludables que les permitan mejorar sus condiciones socioeconómicas para la adquisición de una vivienda en Bogotá«.
El valor del subsidio, según la Secretaría Distrital del Hábitat, «será de hasta 7,44 SMMLV ($ 10.590.840 en 2025) al momento de la asignación de este» y, de acuerdo con la entidad, «será pagado en 12 cuotas mensuales de hasta 0,62 SSMMLV ($ 882.570 en 2025)».
Se promoverán nuevos tipos de vivienda sostenible, accesible y legalmente viable. Foto: Google Maps – datawrapper
Según la Secretaría Distrital del Hábitat, «la iniciativa busca identificar, evaluar y seleccionar inmuebles en desuso o subutilizados que sean adecuados para el desarrollo de proyectos de vivienda VIS en la modalidad de arriendo«, para que, de esta manera, se pueda «fomentar la reutilización de las edificaciones existentes, reduciendo así la presión sobre el suelo urbanizable y promoviendo nuevos tipos de vivienda sostenible, accesible y legalmente viable«.
¿Cómo funciona la convocatoria?
Esta iniciativa convocará a oferentes del sector privado interesados en habilitar vivienda de interés social (VIS) en edificaciones subutilizadas o en desuso, con el fin de que dichas viviendas puedan ser ocupadas por hogares que cumplan las condiciones del programa ‘Ahorro para mi Casa’.
De acuerdo con la Secretaría Distrital del Hábitat, a diferencia de la modalidad tradicional de ‘Ahorro para mi Casa’, «en esta convocatoria será el arrendador, previa inscripción en la base de edificaciones que está en proceso de constitución, quien postule a sus inquilinos al programa de subsidio de arriendo, el cual se asignará por un periodo de doce meses, de acuerdo con las condiciones de la modalidad tradicional del programa».
Será el arrendador quien postule a sus inquilinos al programa de subsidio de arriendo. Foto:iStock
Quiero invitar a los gestores inmobiliarios y a los propietarios de edificios que se encuentren en los polígonos de revitalización y en el centro de la ciudad, a esta convocatoria de reúso. Esta convocatoria es justamente para recibir aquellos inmuebles que puedan tener una destinación de vivienda de interés social en arrendamiento.
Vanessa Velasco BernalSecretaria Distrital de Hábitat de Bogotá
Diferencias entre el programa ‘Ahorro para mi casa’ y la convocatoria de reúso
Aunque la convocatoria de reúso es una modalidad de ‘Ahorro para mi Casa’, ya que comparte el mismo periodo de asignación del subsidio, así como los montos de asignación y los requerimientos de ahorro mensual, esta nueva modalidad persigue «objetivos específicos que se encuentran fuera del alcance del programa de subsidio de arriendo», afirmó la Secretaría Distrital del Hábitat.
Se conformará una base de proyectos orientada a «la rehabilitación urbana y el arriendo social». Foto: iStock.
la Secretaría Distrital del Hábitat, así, busca conformar una base de proyectos orientada a «la rehabilitación urbana, el arriendo social asequible y la sostenibilidad habitacional por medio de la selección de inmuebles con vocación residencial, buena conectividad y condiciones técnicas favorables».
¿Qué dicen los expertos?
Mientras la Secrearía Distrital del Hábitat presenta su nueva convocatoria para convertir edificios en desuso o subutilizados en vivienda social, actores en el desarrollo urbano, construcción y jurisprudencia advierten sobre desafíos técnicos, financieros y normativos que determinarían el alcance de esta iniciativa y que podrían considerarse para el adecuado dearrollo de la misma. El diagnóstico profesional coincide en que el éxito del programa dependerá de superar obstáculos que van desde actualizaciones estructurales obligatorias hasta la rentabilidad marginal.
El primer punto de análisis se centra en la viabilidad económica. Javier Rangel, administrador de empresas con 24 años de experiencia, especializado en gerencia comercial en sectores de construcción, energía eléctrica y metalúrgicos, entregó una estimación detallada que revela la magnitud de la inversión:
“Teniendo en cuenta el subsidio al arriendo para el inquilino beneficiario, la rentabilidad para un dueño del edificio dependerá de varios factores, incluyendo el costo de adquisición del edificio, el monto del subsidio, la ubicación y el costo de la remodelación. El costo de adecuación de un edificio antiguo para VIS puede variar dependiendo del estado actual del edificio, el tipo de intervenciones necesarias (redes hidrosanitarias, adecuación eléctrica, refuerzo estructural), así como los materiales y acabados utilizados».
El costo de adecuación de un edificio para VIS puede variar dependiendo de su estado actual. Foto:CEET
El administrador determina que «un rango de costo por metro cuadrado podría variar entre ($ 600.000) y ($ 1’800.000) por metro cuadrado, dependiendo si las intervenciones son básicas o más complejas con materiales de alta calidad”, comentó.
Rangel menciona que los flujos de caja proyectados con el subsidio de arriendo “pueden ser suficientes» para justificar la inversión inicial si se cumplen condiciones muy específicas: «Un nivel adecuado de subsidio al arriendo, ocupación alta y estable del edificio o inmueble y un plazo de financiamiento razonable«. Sin embargo, la alta inversión inicial en remodelación podría representar un desafío, ya que «los elementos más costosos suelen ser: Redes hidrosanitarias (debido a la actualización de tuberías, sanitarios y griferías), la adecuación eléctrica (debido a la actualización de la instalación eléctrica y luminarias), y el refuerzo estructural (reparación o reemplazo de elementos estructurales para garantizar la seguridad del edificio o inmueble)”, comenta.
El especialista en gerencia comercial fue contundente al señalar los incentivos necesarios: “Para hacer que esta convocatoria sea más atractiva, considero que se pueden entregar los siguientes incentivos adicionales: Descuentos en impuestos predial o de delineación (reducción o exención de impuestos para proyectos VIS), subsidios directos a la obra (aporte de recursos financieros para la ejecución de la obra), asesoramiento técnico y financiero (apoyo especializado para la elaboración de proyectos y gestión de recursos), ásí como la priorización en licencias y permisos (agilización de los procesos de licencias y permisos para proyectos VIS)».
Pueden considerarse incentivos adicionales para que la iniciativa sea más atractiva. Foto:iStock
«Estos incentivos pueden ayudar a reducir los costos y riesgos asociados con la inversión en VIS, lo que podría hacer que la convocatoria sea más atractiva para los desarrolladores e inversionistas”, afirmó Rangel.
Competencia con otros usos del suelo
Rangel manifiesta que, “sin incentivos a la inversión inicial, la convocatoria podría enfrentar desafíos para competir con la rentabilidad de otros usos del suelo en zonas como el centro de Bogotá”. Además, sostiene que “la rentabilidad de la vivienda VIS puede ser menor en comparación con otros usos como oficinas o comercio. Sin embargo, con incentivos adecuados, como subsidios o beneficios tributarios, la convocatoria podría ser más atractiva para los desarrolladores inmobiliarios”.
Participación de edificaciones que no tengan tanta necesidad
Rangel menciona que «existe el riesgo de que solo participen inmuebles que no necesiten mucho el apoyo del distrito”. Para evitar esto, de acuerdo con el especialista en gerencia comercial, “el programa podría establecer criterios de selección que prioricen la revitalización de predios más deteriorados, como: requisitos de conservación patrimonial (priorizar la rehabilitación de edificaciones históricas o con valor patrimonial) y ofrecer beneficios adicionales para los proyectos que se desarrollen en predios más deteriorados”, comentó el administrador al ampliar el análisis de mercado.
Impacto en el precio del suelo y la dinámica comercial
Una convocatoria como esta podría tener varios impactos en el precio del suelo y la dinámica comercial de la zona. Rangel manifiesta que “la rehabilitación de edificaciones y la creación de nuevas viviendas podrían aumentar el valor del suelo en la zona”. Por otro lado, la iniciativa podría generar un impacto positivo en la economía local, “creando empleos y estimulando la actividad comercial”, afirma Rangel.
La iniciativa podría generar un impacto positivo en la economía local. Foto:iStock
Otro punto a favor, según el administrador, es “la llegada de nuevos residentes y la mejora de la infraestructura”, ya que podrían atraer a nuevos negocios y servicios, “cambiando la dinámica comercial de la zona”.
Barrera normativa: un laberinto técnico
La complejidad técnica también podría representar un desafío para la convocatoria más allá del simple remodelamiento. Nicolás Díaz, arquitecto y gerente de diseño, detalló los requisitos: «Si el edificio es anterior a la NSR-19 o NSR-98, la estructura tendrá que actualizarse, para lo cual se debe realizar un estudio de vulnerabilidad sísmica, con ensayos y análisis patológico para poder realizar un modelo matemático aplicado a la normativa vigente. Esto puede demorar el trámite de una licencia en una curaduría. Por otro lado, existen normativas Retie, Ritel y Retilap, que son de obligatorio cumplimiento lo cual implicaría una actualización de las instalaciones y las redes técnicas”.
En cuanto a los materiales, menciona el arquitecto, “se debe verificar que no existan elementos peligrosos en cubiertas, pinturas o tuberías que pongan en riesgo la salud, para esto existe una normativa de la OMS que aplica en Colombia”, afirmó.
¿Se revitalizarán los predios más deteriorados?
La abogada Beatriz Helena García manifestó que «es posible que el margen de participación se concentre en la Categoría 1, los que menos necesitan apoyo público», pero también destacó que «el programa también impulsa la categoría 2 al ser un programa de la Secretaría Distrital del Hábitat. Las propiedades en proceso de obtención de licencias o permisos pueden salir beneficiadas, igual que con la categoría 3”.
La iniciativa tiene potencial. Foto:iStock
La abogada también visualizó el potencial transformador de la iniciativa: «El reúso puede atraer mercado para el sector comercial por la nueva población que llegue a las zonas. Podría impulsar proyectos no VIS alrededor que, por inseguridad u otras condiciones, estuvieran detenidos».
Sobre el impacto urbano, García fue optimista: “La dinámica comercial podría darse con nuevos supermercados, ventas de consumo para atender la nueva población que habite las viviendas. Una reactivación económica, también en materia cultural y educativa, como jardines infantiles. También oportunidades laborales en el sector de la construcción como fruto de estas viviendas, adecuación de vías, parques, entre otros. Todo lo anterior podría impactar positivamente el precio del suelo en proyectos aledaños a los del programa”, comentó.
Los retos desde la planeación
La ingeniera civil Angie Alvarado, desde su perspectiva de planeación, coincidió en el potencial positivo pero con matices: «Puede ser un impacto positivo al revitalizar algunas áreas, generando la seguridad y actividad de sectores olvidados, subiendo el precio de referencia por metro cuadrado de algunos sectores. Valorización, etc.» Por su parte, Javier Rangel complementó el análisis del impacto urbano: «La rehabilitación de edificaciones y creación de nuevas viviendas podrían aumentar el valor del suelo en la zona, generar impacto positivo en la economía local creando empleos y estimulando la actividad comercial, además de cambiar la dinámica comercial atrayendo nuevos negocios y servicios».
Puede ser positivo al revitalizar las áreas, generando seguridad y actividad de sectores olvidados. Foto:CEET
Viabilidad: oportunidades bajo condiciones
Los expertos coinciden en que el impacto transformador de la convocatoria dependerá de ajustes cruciales. Rangel propone «involucrar a los actores locales y considerar las necesidades y preocupaciones de la comunidad» para maximizar beneficios y mitigar efectos negativos. La implementación exitosa requerirá, según los análisis técnicos y financieros, una revisión de los incentivos, verificación de trámites y un enfoque estratégico en los predios que realmente necesitan intervención pública.
El centro de Bogotá será el foco principal de la iniciativa. Foto:Felipe Caicedo
Mientras la administración distrital avanza en la constitución de la base de edificaciones, los desafíos estructurales y la voluntad para crear y garantizar las condiciones que hagan viable esta iniciativa, tanto técnica como financieramente, siguen adelante. El camino es claro: contribuir a la transformación del patrimonio construido de Bogotá.
 
								 
															





