Es difícil subestimar el impacto que la infraestructura ha tenido en la vida cotidiana de las personas a lo largo de los años. Este tema tan relevante es a menudo pasado por alto, sin embargo, en las últimas décadas, ha transformado nuestras vidas de maneras que, quizás, no siempre reconocemos. La infraestructura ha cambiado radicalmente la forma en que nos conectamos, comunicamos y nos desplazamos, y ha jugado un papel fundamental en el desarrollo humano y social.
El concepto de infraestructura ha sido examinado de cerca por académicos como el profesor Deb Chachra de Boston en su obra más reciente, que se publicó en 2023 y ha suscitado un gran interés entre los editores. A través de su análisis, Chachra destaca la importancia de los sistemas que se han desarrollado, permitiéndonos vivir con un mínimo de esfuerzo en nuestros días a día. Desde carreteras y transportes públicos hasta el acceso a energía eléctrica y servicios básicos, estos elementos son parte integral de nuestras vidas.
Chachra, ingeniero y ciudadano canadiense, enfatiza que, aunque hay infraestructuras icónicas como puentes y túneles que son reconocidas universalmente, la inmensa mayoría de los sistemas de infraestructura son invisibles para nosotros. Sin embargo, su existencia es crucial para facilitar nuestras actividades diarias. El autor argumenta que el progreso logrado en última instancia permite a la población dedicarse a actividades más allá de la mera supervivencia, liberando así un círculo virtuoso que mejora la calidad de vida.
A pesar de los beneficios obvios de estas mejoras, la tendencia a ignorar las necesidades de mantenimiento de la infraestructura puede convertirse en un problema serio. Con el cambio climático causando fenómenos meteorológicos extremos, esta falta de atención se traduce en un aumento de las inevitables crisis como apagones, racionamientos y fallos en las comunicaciones.
En una reciente conversación, Chachra compartió sus puntos de vista sobre la infraestructura durante las terceras reuniones sobre el tema, organizadas por Finanzas del Desarrollo Nacional en Bogotá. A continuación, se ofrece un resumen de la entrevista.
¿Cómo define el término infraestructura?
Para Chachra, la infraestructura se puede entender como “los sistemas que nos permiten realizar nuestras actividades diarias sin tener que pensar en ellos”. Habla desde su propia experiencia familiar, recordando cómo su familia emigró de India a Canadá y cómo las mujeres de su familia gastaban gran parte de su tiempo asegurándose de que hubiese comida o agua disponibles. Tener acceso constante a electricidad, poder transportarse y acceder a información del mundo ha sido un desafío para muchas generaciones pasadas, algo que queda muy lejos de la realidad actual. En resumen, Chachra señala que la infraestructura ha cambiado nuestras vidas de manera radical.
¿Y va más allá de lo que comúnmente pensamos?
Definitivamente. La infraestructura también incluye las complejas redes virtuales que hemos creado y que facilitan nuestra existencia en sociedad, permitiéndonos ser más productivos y saludables. Si bien se enfoca en los servicios públicos, no olvida considerar un contexto más amplio en sus observaciones.
¿Se trata solo de cubrir necesidades básicas?
No solo eso, sino que también abarca otros aspectos vitales relacionados con la libertad de acción. Es curioso notar cómo ahora damos por sentados esos avances, llegando incluso a considerarlos invisibles. Esta invisibilidad puede llevarnos a olvidar que todos estos sistemas requieren cuidado y mejoras hasta que algo falla, momento en el cual prendemos en cuenta su valor.
¿Qué le motiva a estudiar este tema?
Mi interés proviene, en parte, de mi padre, quien trabajó en una planta de producción de electricidad durante muchos años. Además, mis viajes ocasionales a India me han hecho apreciar la diferencia en el acceso a servicios básicos como agua potable y electricidad. En Canadá, estos recursos son casi un estándar, lo que resalta las dificultades que enfrentan otras regiones.
La infraestructura es lo que nuestra vida ha cambiado a las personas, para bien (…). Muy lejos de las carreteras y puentes, sin duda
Deb ChachraIngeniero y escritor
¿Puede mencionar ejemplos de infraestructuras en su libro?
Usted vive en un país próspero, pero ¿cómo es la realidad en otras partes del mundo?
Es cierto. Muchas veces se piensa que la diferencia entre sociedades radica únicamente en el ingreso per cápita, pero al observar a las personas, se hace evidente que es más importante evaluar cómo esas comunidades se conectan y colaboran. La prosperidad en lo que llamamos el Norte Global puede atribuirse a inversiones en infraestructura que benefician a todos sus ciudadanos. En países emergentes, aunque se están dando pasos importantes, aún queda un camino por recorrer.
¿Cuáles son esos pasos necesarios?
Se requiere estabilidad política, confianza, transparencia, y la existencia de instituciones que funcionen adecuadamente. Todo esto establece un marco necesario para el desarrollo efectivo de la infraestructura.
La brecha en infraestructura todavía es amplia. ¿Es posible cerrar esa brecha?
Es posible acelerar ese proceso en diversas áreas. Por ejemplo, hasta hace apenas tres décadas, había largas listas de espera para obtener una línea telefónica en muchos países de bajos ingresos. Con la llegada de los teléfonos celulares, ese problema se solucionó rápidamente, y ahora miles de millones de personas están conectadas. Algo similar está ocurriendo con el acceso a la electricidad, gracias a las tecnologías renovables que están permitiendo que muchas comunidades salten la dependencia de combustibles fósiles. En lugares como Paquistán, los paneles solares están mejorando la calidad de vida de poblaciones aisladas.
¿Qué desafíos ve en el futuro?
Uno de los más evidentes es el cambio climático. Los fenómenos meteorológicos se han vuelto más extremos, lo que provoca que los sistemas de infraestructura actuales sean menos eficaces. Esto exige que revisemos nuestros diseños y adoptemos medidas que fortalezcan esos sistemas. Espaciar la acción es crítico, ya que es mucho más económico adoptar medidas de mitigación anticipadamente que esperar a que surjan problemas.
¿Cómo se puede abordar este desafío?
Primero, necesitamos reconocer que el cambio climático tiene un impacto directo en nuestras infraestructuras. Un análisis de riesgos específico para cada área o sector es fundamental, considerando sus características particulares. Cuando sea necesario, es conveniente recurrir a recursos locales de agua o energía. Además, debemos integrar un enfoque de sostenibilidad que contemple el equilibrio con el medio ambiente.
Hay una creciente resistencia comunitaria a ciertos proyectos de infraestructura. ¿Cómo se puede abordar esto?
Cualquier sistema que retire recursos de un lugar está implícitamente en debilidad hacia ese lugar. Históricamente, esto no se consideraba porque sus efectos eran asumidos como costos por las regiones más vulnerables a favor de las áreas urbanas. Sin embargo, hoy existen mecanismos para proteger los derechos y disminuir daños. Hay que involucrar a las comunidades para que puedan ver los beneficios de las grandes iniciativas, generando un sentido de pertenencia y obligación hacia esos proyectos.
¿Cómo ve la participación del sector privado en infraestructuras?
Una regulación efectiva es clave, aunque no siempre se implementa correctamente. Cuando los únicos incentivos son la maximización de ganancias, los problemas surgirán. En sectores donde los monopolios son comunes, riesgos excesivos pueden producirse sin límites. Propongo que las comunidades gestionen servicios como acueductos, ya que esto asegura que el interés colectivo sea priorizado ante el individual. El estado también tiene un papel crucial en esta dinámica.
¿Qué visión tiene sobre el futuro de la infraestructura?
Imagina un mundo donde la generación de energía se realice de forma sostenible y sin contaminación. Este avance podría cerrar las brechas que existen entre el norte y el sur. La clave radica en las decisiones correctas que tomemos ahora. A pesar de los desafíos, soy optimista sobre el avance tecnológico y su potencial. Hay que trabajar por sistemas más eficientes, inclusivos y justos. Esta transición es una tarea crucial que nos incumbe a todos, y la infraestructura es la base sobre la cual se construirá.
Ricardo Ávila Pinto
Especialmente para el tiempo
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