Director del Dapre aceptó perdón público de exjefes paramilitares en Valledupar – Cronica alterna

Durante una histórica reunión celebrada en Valledupar entre el Gobierno Nacional y once exjefes de las extintas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), el director del Departamento Administrativo de la Presidencia (Dapre), Angie Lizeth Rodríguezcompartió un conmovedor testimonio sobre su experiencia como víctima del conflicto armado y anunció públicamente su decisión de aceptar el perdon ofrecidas por ex comandantes paramilitares.

El funcionario informó que dos de sus familiares fueron asesinados en Meta por ese grupo armado, episodio que marcó profundamente su vida y la de su familia. Sin embargo, en los últimos meses, Rodríguez ha sostenido reuniones con algunos de los exlíderes de las AUC, quienes, dijo, le ofrecieron disculpas en privado.

«Yo también fui víctima del conflicto armado, principalmente por parte de las Autodefensas, y en este proceso hemos tenido disculpas y perdón de parte de ellos que quiero aceptar públicamente. Creo que ese es el mensaje que debemos entregar al país: que lo primero que debe primar es la reconciliación», expresó Rodríguez con evidente emoción a los asistentes.


doloroso reencuentro

El acto, impulsado por el Gobierno del presidente Gustavo Petrobuscó abrir espacios de diálogo entre víctimas y responsables del paramilitarismo, en el marco de los esfuerzos por consolidar paz total. En el auditorio, donde también participaron representantes de organizaciones sociales y delegados de derechos humanos, varios excomandantes de las AUC ofrecieron disculpas a las comunidades afectadas por la violencia.

Para Rodríguez, el acto no significa olvidar el pasado, sino avanzar hacia un país donde la memoria y la justicia caminen junto a la reconciliación. Su gesto fue aplaudido por las víctimas presentes, quienes resaltaron el valor de transformar el dolor en una oportunidad de construcción colectiva.


mensaje de reconciliación

El director del Dapre destacó que aceptar el perdón no significa justificar los crímenes, sino dar ejemplo de empatía y diálogo en un país profundamente herido por la guerra. “La reconciliación es una decisión personal, pero también una responsabilidad política y moral”, señaló.

El encuentro en Valledupar se convirtió en un símbolo del camino que busca consolidar el Gobierno de Petro: un proceso de paz inclusivo, donde las voces de las víctimas sean escuchadas y respetadas como protagonistas de la transformación nacional.

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