Edad condescendiente: una realidad que afecta la autoestima de los ancianos en Colombia y el mundo español

El respeto por la autonomía e individualidad de las personas mayores es fundamental para su bienestar emocional y físico. No obstante, en Colombia y en varios países de habla hispana, sigue existiendo un problema profundamente arraigado conocido como «edad condescendiente».

Este fenómeno se manifiesta a través de actitudes paternalistas y una infantilización innecesaria hacia las personas mayores, lo que no solo socava su autoestima, sino que también limita su participación activa en la vida social. En lugar de ser vistos como personas con aportes significativos y valiosos, a menudo son tratados como seres incapaces de tomar decisiones adecuadas por sí mismos.

Según Miryam Piqueras, Directora del Gobierno Clínico del Alcalde de Sanitas, «es necesario cambiar la percepción social del envejecimiento y comprender que la edad no reduce la capacidad de aprendizaje o la toma de decisiones». Esto implica un trabajo consciente por parte de la sociedad para reconocer la competencia de las personas mayores en diversas esferas de la vida. Este tipo de discriminación se pone de manifiesto en el uso de un lenguaje inapropiado o en un tono excesivamente protector, que les resta dignidad y respeto.

Frases como «afecto» o «campeón», aunque pueden parecer amables, tienden a ser percibidas como condescendientes por los ancianos, lo que contribuye a su sensación de alienación. En lugar de eso, se recomienda un uso de un lenguaje claro, respetuoso y que les trate como adultos plenos y capaces. Al proponer un enfoque de comunicación más honesto y directo se abre la puerta a una relación más saludable entre generaciones.

Asimismo, es crucial promover la participación activa de los ancianos en la toma de decisiones diarias, tanto en sus hogares como en los centros residenciales. Permitirles decidir sobre aspectos de su vida cotidiana, como el diseño de su rutina o las actividades que prefieren realizar, les brinda la oportunidad de ejercer su autonomía y empoderamiento personal.

Tu propia voz

Para combatir la edad condescendiente, los expertos del alcalde de Sanitas sugieren evitar hablar en lugar de los ancianos, permitiendo que estos expresen sus ideas y sentimientos sin interrupciones. Adaptar la comunicación a las necesidades individuales de cada persona mayor es fundamental para que se sientan valorados en la conversación.

Además de esto, es esencial proponer actividades compartidas que les permitan tomar decisiones sobre su participación, considerándolos también como individuos con conocimientos y experiencias valiosas a compartir. La psicóloga Andrea Trujillo, de Blua de Sanitas, enfatiza que aplicar estas pautas en la vida diaria no solo fomenta la participación activa de los ancianos, sino que también deriva en importantes beneficios cognitivos y emocionales.

Cuando las personas mayores se sienten valoradas y escuchadas, sus niveles de estrés y ansiedad tienden a disminuir. Esto, a su vez, mejora su capacidad de memoria y toma de decisiones. Además, las interacciones sociales donde pueden compartir sus opiniones y experiencias se traducen en una mayor autoestima y protección contra el deterioro cognitivo.

Este problema no es exclusivo de un solo país, sino que la edad condescendiente se manifiesta en distintos grados en toda la región hispana, aunque en Colombia se vuelve especialmente relevante, dado que las estructuras sociales y culturales a menudo perpetúan estereotipos negativos sobre la vejez. Por esta razón, es esencial reconocer y abordar este fenómeno para forjar una sociedad más inclusiva y respetuosa hacia nuestros ancianos.

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