El presidente de Colombia, Gustavo Petro, reaccionó firmemente después de que el Departamento de Estado de los Estados Unidos revocó su visa. La decisión ocurrió después de sus declaraciones en Nueva York, donde instó a los soldados estadounidenses a desobedecer las órdenes del presidente Donald Trump en medio de protestas pro-palestinas.
Al regresar a Bogotá, Petro dijo que esta medida «rompe todas las reglas de inmunidad en las que se basa la operación de las Naciones Unidas y su Asamblea General». También advirtió que, en estas circunstancias, «la sede de la ONU no puede continuar en Nueva York».
El presidente colombiano enfatizó que la decisión viola el derecho internacional y señaló que el presidente palestino Mahmoud Abbas no estaba permitido, lo que agrava la situación diplomática. Aunque aseguró que no se ve afectado personalmente, con la ciudadanía italiana, insistió en que el problema es global y pone en riesgo la neutralidad de la ONU.
La medida ha generado un fuerte debate internacional, porque cuestiona si Estados Unidos está utilizando su papel como país anfitrión de la ONU para condicionar la participación de los líderes internacionales.
 
								 
															





