El Chocó está lleno de miedo por una nueva huelga armada promovida por el Eln

Las guerrillas del Ejército Nacional de Liberación (ELN) han hecho un anuncio significativo en relación a la situación de seguridad en el Departamento de Chocó. Se han declarado en «huelga armada» durante un periodo de tres días, con el objetivo principal de restringir la movilidad en el territorio. Según explican, esta medida responde a los incrementos en los enfrentamientos con un grupo paramilitar que opera en la región, generando un contexto de preocupación tanto para la población local como para las autoridades.

La huelga comenzará a la medianoche del 2 al 3 de mayo y se extenderá por un total de 72 horas. Esta información fue dada a conocer por el frente de la guerra occidental del ELN, que emitió una declaración pública en la que hacen referencia a las recientes «confrontaciones armadas» que han tenido lugar en la zona. En su comunicación, el ELN también expresa su deseo de «evitar afectaciones a la población civil», aunque la efectividad de esta intención es puesta en duda por muchos observadores, quienes argumentan que tales acciones suelen tener repercusiones no deseadas para aquellos que no están involucrados en el conflicto armado.

En el comunicado, la guerrilla identifica específicamente a una estructura paramilitar que se encuentra liderada por una persona conocida bajo el alias de ‘piernas limpias’. Según el ELN, este grupo está compuesto por aproximadamente 400 combatientes y ha recibido acusaciones de intentar establecer una ruta para el tráfico de drogas. El ELN señala que la mencionada estructura actúa «a gusto» en el terreno, presumiblemente gracias a una complicidad con algunas autoridades, lo que complica aún más la situación de seguridad en la región.

Nota recomendada: el fondo de adaptación funcionará en la creación de un plan de emergencia para Chocó

La huelga armada que ha sido anunciada este viernes tiene como foco teórico al río Baudó y a sus afluentes. Durante estos tres días de huelga, se espera que «cualquier tipo de movilidad» en estas áreas esté estrictamente prohibida. Este enfoque de restricción de movimiento no es nuevo y, de hecho, el ELN ya ha recurrido en ocasiones anteriores a medidas similares. Sin embargo, estas acciones son objeto de debate, ya que se cuestiona a menudo la forma en que los efectos colaterales también pueden perjudicar a personas que se ven atrapadas en medio de un conflicto que no han provocado, lo que plantea preocupaciones adicionales sobre la seguridad y el bienestar de las comunidades afectadas.

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