En una reciente operación militar, el Batallón de Infantería No. 22, junto con el CTI de la Oficina del Fiscal General, llevaron a cabo una intervención que se centró en un área minera ubicada en el municipio de Norcasia, Caldas. Esta acción fue crucial para desmantelar una economía ilegal que ha estado principalmente asociada con la extracción de recursos sin regulaciones apropiadas, y la operación resultó en una afectación económica que supera los 180 millones de pesos.
Durante el desarrollo de la operación, las fuerzas militares encontraron un canalón de lavado de draga, un componente esencial en las actividades mineras ilegales, así como un motor de combustible y varios otros materiales distintos que son comúnmente utilizados para llevar a cabo esta actividad delictiva. La importancia de estos hallazgos radica en su utilización para la extracción ilícita de recursos naturales, lo que subraya el impacto negativo que tiene la minería ilegal en la economía local y en el medio ambiente.
Asimismo, a medida que los soldados verificaban el sitio, se encontraron con un total de 8 motores, 6 motobombs, 2 transformadores y 2 torres de metal. Este equipo, cuya valoración asciende a aproximadamente 39 millones de pesos, es fundamental en el proceso de extracción de minerales, pero su uso en actividades ilegales representa una violación grave de las normativas ambientales y legales vigentes. La cantidad de equipo confiscado sugiere una operación minera organizada y bien establecida que carece de supervisión y control gubernamental.
Adicionalmente, se determinó que en el lugar se estaban extrayendo mensualmente alrededor de 62 gramos de oro, un recurso que se valora en aproximadamente 26 millones de pesos. Según la autoridad competente, esta fuente de ingreso ilegal fue severamente impactada por la intervención, lo que se traduce en una reducción significativa de las ganancias derivadas de la minería ilegal, afectando la sostenibilidad financiera de aquellos involucrados en estas prácticas.
Es importante destacar que el afluente de agua que pasa por esta área conduce al río La Honey, un cuerpo hídrico que ha estado sufriendo las consecuencias negativas de las intervenciones de excavación. Estas actividades ilegales no solo alteran la economía sino que también generan serias alteraciones en el ecosistema, poniendo en riesgo la fauna y flora locales, así como afectando a las comunidades que dependen de estos recursos naturales para su supervivencia.
Nota recomendada: el ejército evita que 600 familias caigan en minas de antipersona de plata.