El exconcejal Johan Steed Ortiz Es una noticia nuevamente, esta vez debido a su reciente cita en la administración pública, que reabre las viejas heridas judiciales y mediáticas. Ortiz no solo perdió su asiento para la doble militancia, sino que ahora su presencia en una posición estratégica lo ha puesto una vez más bajo el escrutinio de la ciudadanía y Fiscalíaque mantiene varios archivos activos contra él.
Entre los casos que resurge se encuentra la queja 2023 presentada por el gerente de CEIBAS, Gloria Vanegaspor lesiones, calumnias y violencia de género durante un debate público. Aunque no hubo sanción judicial definitiva, el proceso aún está en vigor y ahora afecta directamente su reputación. Además, el «caso de la grabación» de 2017, cuando fue el ex secretario general de la Universidad del Sur -Colombia, también continúa generando preguntas.
Los críticos se aseguran de que el regreso de Ortiz al aparato público muestre un sistema que minimiza los registros judiciales, a pesar de la vigilancia del Fiscalía y otros cuerpos de control. Las quejas sobre presuntas presiones a los periodistas y la gestión cuestionable de los recursos públicos generan alarma sobre la transparencia y la ética en la política local. Los usuarios en las redes sociales señalan que, lejos de ser un obstáculo, los procesos judiciales parecen convertirse en una especie de paso para mantenerlo visible y activo en la esfera política, mientras que la fiscalía y la opinión pública continúan esperando resultados claros y sanciones efectivas.
 
								 
															





