
La gestión de la deuda pública vuelve a estar en el centro de la estrategia fiscal del gobierno. Desde la Dirección de Crédito Público del Ministerio de Hacienda, Javier Andrés Cuéllar Sánchez encabeza un plan que busca reducir los costos de intereses, estabilizar la deuda neta sobre el PBI por debajo del 59 por ciento y restaurar la posición de liquidez del Tesoro Nacional.
En entrevista con EL TIEMPO, el funcionario explicó que se apuesta a sustituir deuda costosa en dólares -con tasas entre 7 y 9 por ciento- por emisiones en euros y francos suizos, con tasas de interés entre 4 y 5 por ciento, lo que no aumenta los riesgos cambiarios, en la medida que no se trata de nueva deuda, sino de mejores condiciones.
Esta política, insiste, ya está dando resultados: el servicio de la deuda para 2026 cayó de los 117 mil millones originalmente previstos a 100 mil millones, y la liquidez del Tesoro se estabilizó en alrededor de 30 mil millones de pesos. «El mensaje es claro», afirma Cuéllar Sánchez: «si seguimos por este camino, con disciplina técnica y confianza de los inversores, «Colombia puede volver al grado de inversión antes de que termine la década».
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¿A qué se debió la recuperación de liquidez observada en 2023?
Este aumento temporal es básicamente resultado de pagos anticipados de impuestos a la renta, impuestos que se suponía recaudarían en 2024, lo que de cierta manera creó una sensación de abundancia en ese año desde el punto de vista de liquidez.
Después de septiembre, ¿podría pasar lo mismo con el decreto si hubiera retención en la fuente?
No, esta vez no se espera el efecto como el decreto anterior. El gobierno estimó que recaudaría entre 6 mil y 7 mil millones de pesos, pero terminó acercándose a los 2 mil millones, mucho menos de lo esperado. La diferencia se debe al saldo a favor que aún tienen grandes empresas, como Ecopetrol, que son compensadas con atrasos.
¿Cuáles son los pilares de la actual estrategia de deuda?
La estrategia se basa en cuatro pilares principales. El primero es estabilizar la deuda neta del Gobierno en relación con el PIB en niveles sostenibles, por debajo del 59 por ciento y, si continuamos por la senda actual, acercarla al 55 por ciento, lo que envía una señal de confianza a los mercados. El segundo es la reducción de la carga fiscal sobre los intereses. Hoy ese indicador ronda el 3 por ciento del PBI y nuestro propósito es seguir bajándolo para quitarle presión al presupuesto y darle espacio a las inversiones sociales y productivas. El tercer objetivo es restablecer la posición de liquidez del Tesoro Nacional, garantizando que el Estado mantenga un flujo de caja sólido y estable en niveles entre 35 y 40 mil millones de pesos.
Y el cuarto pilar, que articula todos los anteriores, es recuperar la confianza de los inversores. Si hay un ajuste del balance primario, Colombia podría fijarse la meta de que antes del 2030 podamos recuperar la clase inversora, esa debe ser nuestra meta, una meta que es difícil de alcanzar, pero no imposible, todo dependerá de mantener la senda del ajuste, fortalecer el equilibrio fiscal y mantener la credibilidad ante los inversionistas.
Los inversores internacionales muestran gran apetito por la deuda colombiana foto:Rodrigo Sepúlveda. Archivo EL TIEMPO.
¿Por qué las proyecciones del Gobierno son tan diferentes a las de los analistas sobre el peso de la deuda en el PIB?
Los modelos utilizados por muchos economistas aún no incluyen los efectos de la estrategia de deuda. Cuando lo hagan, las proyecciones de deuda se acercarán más a las nuestras. Miran hacia atrás y ven una tendencia deuda-PIB, en un contexto donde el costo de refinanciamiento era muy alto: tasas en dólares cercanas al 10 por ciento y en pesos del 13 o 14 por ciento. Hoy en día, hay una reducción tangible de los costos y una recuperación de la confianza de los inversores. No cuestiono su validez técnica (ciertamente son modelos bien construidos), pero sí insto a que incluyan los beneficios que la estrategia ya está generando.
¿Cuánto tiempo puede durar ese pensamiento?
Creo que a finales de año, entre diciembre y enero, podría haber un fuerte ajuste a la baja de lo que esperan, positivamente, diversos líderes de opinión y economistas del país.
Desde que empezaste en Crédito Público dijiste que has hecho 10 trabajos de deuda…
Si señor, estamos ingresando 10 y uno de ellos es el franco suizo,
Varios analistas se mostraron preocupados por el trato con el franco suizo…
Hubo una mala lectura por parte del mercado. Algunos creían que estábamos transfiriendo la deuda en pesos a francos suizos, lo que implicaría un importante riesgo de tipo de cambio. Pero eso nunca sucedió. Lo que hemos hecho es sustituir la deuda externa en dólares por deuda en euros y francos, aprovechando el tipo de cambio favorable. Hoy, la deuda en dólares es la más cara del G-10. Pagamos tasas cercanas al 6 por ciento por los préstamos multilaterales y alrededor del 7 por ciento por los bonos globales. En cambio, la financiación en euros cuesta entre 200 y 250 puntos básicos menos, y los francos suizos nos ofrecen una rebaja de hasta 500 puntos básicos. Esto significa una reducción en los pagos de intereses de cerca del 9 por ciento, lo que alivia el presupuesto y crea espacio fiscal.
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¿Entonces el riesgo de tipo de cambio no es significativo?
No. Primero, porque se trata de moneda fuerte contra moneda fuerte; Las variaciones entre ellos no suelen superar el 6 o 7 por ciento en períodos cortos. En segundo lugar, porque la estrategia tiene un horizonte inferior a siete meses, durante el cual se mitigan los riesgos restantes. Y en tercer lugar, como no creamos nueva deuda, reemplazamos las obligaciones existentes por otras más baratas. En realidad, el mayor riesgo sería no hacer nada.
Colombia realizará nuevas emisiones de deuda en euros para quitar presión al presupuesto nacional. foto:iStock
¿Qué sigue?
Quiero crear un nuevo número en euros. Aún no hemos definido los tramos ni las fechas de vencimiento, pero la idea es que en los años en los que hoy no haya bonos en esa moneda emitamos tres títulos, con el fin de fortalecer y ampliar la curva de tipos en euros. Esta operación será parte de una estrategia de reemplazo de deuda, no de deuda adicional. Seguiremos reemplazando la deuda cara en dólares –con tasas del 7 u 8 por ciento– por deuda más barata en euros, con cupones de entre el 4 y el 5 por ciento. De esta manera intentamos cerrar el ciclo de operaciones internacionales.
¿Cuándo llegarán estos nuevos programas?
Depende de las ventanas del mercado. Quitándose el calendario electoral, podrían ser tres o cuatro de aquí al final del Gobierno; Estamos explorando todas las opciones y el momento que sea propicio para que la Nación salga con una nueva emisión y compre bonos globales en dólares, ese es el siguiente paso de la estrategia.
Javier Andrés Cuéllar Sánchez, Director de Crédito Público del Ministerio de Hacienda. foto:Mauricio Moreno
Si no hay impuestos u otras fuentes que justifiquen el gasto, el gobierno se ve obligado a recortar. Es una limitación legal que asegura la disciplina fiscal.
javier andrés cuéllar sánchezDirector de Crédito Público del Ministerio de Hacienda
Se acerca el debate sobre la reforma fiscal. ¿Qué efecto tendrá esto en el presupuesto?
Logramos reducir el costo de la deuda sin aumentarla. Reemplazamos deudas caras en dólares por bonos en euros más baratos y esto nos permitió reducir el servicio de la deuda. Lo que muestra la gestión de operaciones es que estamos creando eficiencias que liberan espacio en el presupuesto. Si seguimos por el mismo camino, y teniendo en cuenta que todavía quedan cuatro o cinco operaciones adicionales -tanto en el mercado nacional como en el internacional-, el coste del servicio de la deuda podría reducirse aún más.
¿Cuál es la liquidez del Tesoro del Estado hoy?
Hoy el efectivo está en 32 billones de pesos y la meta es llevarlo a niveles entre 35 y 40 billones, que son óptimos para el tamaño actual de la economía y el nivel de gasto público. La caída de liquidez en agosto es culpa mía porque usé 12 mil millones de pesos para comprar deuda, pero fue una estrategia que estuvo enfocada a la eficiencia desde el punto de vista del costo de endeudamiento. Después de eso devolvimos los fondos y hoy tenemos ese monto entre el efectivo de tesorería en el Banco de la República y la posición de TES, unos 18 mil millones.
De no aprobarse la nueva reforma tributaria, ¿cómo se financiarían los gastos previstos? ¿Se puede recurrir a un mayor endeudamiento?
No, porque la ley de presupuesto hace imposible gastar sin ciertos ingresos. Si no hay impuestos u otras fuentes que justifiquen el gasto, el gobierno se ve obligado a recortar. Es una limitación legal que asegura la disciplina fiscal.





