El Ministro de Salud, Guillermo Jaramillo, se ha visto envuelto en numerosos escándalos a lo largo del mes pasado, pero uno de los más impactantes se produjo el jueves 24 de abril. En esta ocasión, surgió un video en el que el ministro ofende gravemente el servicio de salud de Puerto Gaitán, específicamente a María del Carmen. Este incidente, grabado durante su visita al municipio, ha desatado un torrente de críticas y debatido la idoneidad de Jaramillo para liderar el sector salud en el país.
El video se registró en el contexto de una visita a la institución de salud local, aparentemente destinada a comprender las problemáticas y desafíos que enfrenta el hospital. En la grabación, Jaramillo aparece claramente molesto y lanza insultos hacia el centro médico mientras expresa su descontento en medio de las circunstancias adversas que rodean al hospital. Durante su arrebato, también se dirigen palabras despectivas contra algunos de los presentes, entre ellos pacientes y miembros de la dotación del establecimiento de salud.
El ministro expresó, «Desearía que te hubiera tocado a ti estar enfermo aquí, sin tener familia ni hijos, y que te enviaran a Villavicencio o Bogotá». Esta lamentable expresión ha colorido la imagen pública del Ministro, quien ya había sido objeto de críticas por otros incidentes previos. Entre los que también han mostrado su preocupación estaba el Jefe de Policía, Beatriz Gómé, quien se considera parte de este asunto de salud pública.
Como era de esperarse, la reacción ante el comportamiento agresivo y poco profesional de Jaramillo no se hizo esperar. En particular, sus actos fueron mal recibidos por políticos y funcionarios públicos que rápidamente condenaron su forma de tratar la situación dentro del sector salud, un sector que ya se encuentra en medio de una crisis profunda durante su administración.
Reacciones ante el nuevo escándalo de Guillermo Alfonso Jaramillo
Uno de los primeros en alzar la voz fue Julián Fernández Niño, quien firmó un comunicado respecto a la situación de la salud pública en Bogotá. Fernández Niño no dudó en calificar la actitud de Jaramillo como un ejemplo claro de la descomposición que vive el ministerio bajo su liderazgo. «En medio de una crisis de salud pública, el líder no debería estar gritando y avergonzando a sus funcionarios, sino trabajando en soluciones efectivas. Jaramillo será recordado por su falta de capacidad para el diálogo y su incapacidad para motivar a todos a colaborar en un entorno positivo,” manifestó Fernández Niño.
Asimismo, un representante de la Cámara, Andrés Foreo, perteneciente al Centro Democrático, expresó su indignación a través de las redes sociales, señalando que el comportamiento de Jaramillo no solo era una falta de respeto, sino que también reflejaba la debacle en la gestión del Ministerio de Salud. «Su administración ha sido un verdadero desastre, lo que ha llevado a que la situación sanitaria se desarrolle en caos junto a sus subordinados,» publicó el diputado en su cuenta de X, aludiendo a la crisis de salud que ha impactado a diversas regiones del país bajo la supervisión del ministro.
Con estos constantes escándalos y la creciente insatisfacción pública, la posición de Guillermo Jaramillo se torna cada vez más insostenible, y muchos observadores se preguntan si el ministro podrá rectificar el rumbo o si se verá obligado a dejar su puesto en medio de la creciente presión social y política.
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