Los aranceles implementados por el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, conducirán a una desaceleración económica, aunque se prevé que la economía global no entre en recesión durante este año, así lo afirmó Kristalina Georgieva, directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), durante un discurso que pronunció el jueves. Este anuncio llega en un contexto de creciente tensión comercial entre las principales economías del mundo.
Reunión anual del Fondo Monetario Internacional (FMI). Foto:Efusión
Durante su intervención, Georgieva destacó que aunque las proyecciones de crecimiento están siendo recortadas, esto no implica necesariamente una recesión. Su discurso se enmarca en las reuniones de primavera del FMI y del Banco Mundial, que están programadas para comenzar el próximo martes, donde se presentarán actualizaciones sobre el panorama económico mundial.
En particular, Trump ha establecido una tarifa mínima universal del 10% para todos los productos que ingresan a Estados Unidos. Esta medida, que entró en vigencia el 5 de abril, se suma a un nuevo arancel del 25% sobre productos provenientes de China, el cual ha sido objeto de controversia desde el retorno de Trump a la Casa Blanca a finales de enero.
Georgieva subrayó que debido al reciente incremento en las tarifas arancelarias, junto con pausas y escaladas en la política comercial, la tasa efectiva en Estados Unidos ha alcanzado niveles no observados en años. Esto impacta de manera considerable a diversas industrias y al comercio internacional en general.
Según varios análisis, el embarque de productos en Estados Unidos se enfrenta actualmente a aranceles que rondan el 20%. Este cálculo tiene en cuenta las recientes excepciones concedidas a semiconductores y otros bienes electrónicos, lo cual destaca la complejidad de las medidas tomadas. La atmósfera de tensión entre los dos gigantes económicos, EE. UU. y China, se ha intensificado notablemente.
Ambas naciones, como principales potencias del mundo, se ven atrapadas en esta dinámica y Beijing ha respondido imponiendo tarifas de hasta el 125% sobre productos estadounidenses. «Las repercusiones serán significativas y los países más pequeños se encuentran atrapados en medio de este fuego cruzado«, argumentó Georgieva.
Kristalina Georgieva, directora del Fondo Monetario Internacional (FMI). Foto:Olivier Doliery. AFP
Georgieva también mencionó que China, la Unión Europea y los Estados Unidos son los mayores importadores, lo cual significa que cualquier cambio en sus políticas comerciales puede tener un efecto dominó en el resto del mundo. «Las dimensiones de estas economías pueden ocasionar grandes repercusiones a nivel global», advirtió.
«Es posible la cooperación»
A pesar de las dificultades actuales, Georgieva expresó su optimismo sobre la capacidad de estos países para encontrar caminos de cooperación, especialmente si se actúa con inteligencia. La meta es construir una «economía mundial más equilibrada y resistente» en medio de este clima de crisis.
Esto implica que todas las naciones deben «organizar sus trabajos» conforme a la realidad actual; es imperativo que se lleven a cabo las reformas necesarias, sobre todo en un entorno de creciente incertidumbre y frecuentes choques económicos.
Para llevar a cabo estas transformaciones, es esencial contar con «acciones presupuestarias decisivas que permitan restaurar el espacio financiero necesario y un enfoque gradual de adaptación que respete los marcos establecidos,» enfatizó Georgieva.
Asimismo, se deben corregir los desequilibrios que enfrentan diversos países, como Estados Unidos y Francia en sus presupuestos, y China y Alemania en su balanza comercial. «En el FMI, sabemos que estos reequilibrios son complejos, pero imprescindibles», indicó.
En un mundo que cada vez es más «multipolar», el principal desafío será asegurar que exista cooperación. El FMI tiene un rol fundamental como facilitador de ese «diálogo esencial», concluyó la directora.