El Fondo Monetario Internacional, conocido como el FMI, ha decidido esperar hasta la publicación del marco fiscal secundario que se generará a partir de la consulta del artículo IV de las normas, lo que permitirá que Colombia acceda a recursos provenientes de la línea de crédito flexible (LCF) que permanecen bloqueados desde el pasado sábado. Este paso es crucial, ya que abriría la puerta para que el país capitalice una ayuda financiera importante en un momento de necesidad económica.
Conforme a las leyes establecidas, el marco fiscal debe ser publicado a más tardar el 14 de junio, momento a partir del cual se llevará a cabo la finalización de la consulta del artículo IV. Es en este período crítico que comenzaría a actuar el acceso a la línea de crédito flexible. La situación actual implica que el acceso a estos recursos seguirá bloqueado, al menos hasta la fecha límite señalada.
A pesar de estas restricciones, Colombia seguirá manteniendo la posibilidad de acceder a recursos de líneas de crédito flexibles, diseñadas específicamente para situaciones de emergencia, lo que significa que el FMI no está cancelando de manera definitiva las opciones de financiamiento para el país.
Este año ha sido atípico, ya que la consulta del artículo IV—una revisión integral de la economía colombiana que usualmente ocurre anualmente—se ha retrasado más allá de lo habitual. Normalmente, los resultados preliminares de esta consulta se publican en febrero, pero en esta ocasión, este proceso solo logró culminar hace aproximadamente diez días, dejando aún muchas cuestiones por resolver en el marco del asesoramiento financiero.
Sin esta consulta, el proceso para la evaluación de la elegibilidad para la línea de crédito flexible no puede comenzar, lo que significa que se evaluará si el país es apto para recibir esta cuota de crédito, crucial para manejar la economía en los mejores términos ofrecidos por una entidad multilateral.
La cuota de endeudamiento flexible colombiano con el FMI es de $ 70,000 millones. Foto:Olivier douliery
Razones para el retraso
El retraso en la consulta del artículo IV puede atribuirse a cambios en el liderazgo del Ministerio de Finanzas, donde se han sucedido varias administraciones, afectando la continuidad de la comunicación entre el gobierno y el FMI.
El inicio del año fue particularmente complicado debido a la transición entre Ricard Bonilla y Diego Guevara, y posteriormente entre Diego Guevara y Gerán Ávila, lo cual creó un vacío en la gestión y la toma de decisiones en torno al financiamiento.
En febrero, durante la visita habitual de los equipos del FMI para llevar a cabo la consulta del artículo IV, el nuevo ministro Diego Guevara se encontraba aún en el período de ajuste en su nuevo rol, lo que impidió avanzar en el proceso como se tenía previsto.
La línea de crédito flexible fue implementada por el FMI después de la crisis financiera global de 2008, y ha sido un recurso vital para Colombia, que ha demostrado un manejo responsable y sólido de sus finanzas públicas. El país se incorporó por primera vez a esta línea de crédito en 2009 y ha renovado dicho acuerdo en diez ocasiones desde entonces, aunque únicamente utilizó estos recursos durante la crisis provocada por la pandemia de Covid-19.
La renovación más reciente tuvo lugar el 26 de abril de 2024, extendiendo la línea de crédito hasta el 26 de abril de 2026. Sin embargo, esta renovación está sujeta a revisión en la mitad del periodo, la cual debió haberse completado en estos días.
No obstante, la revisión no ha podido iniciarse porque es imperativo que se complete previamente la consulta del artículo IV. Por lo tanto, aunque la línea de crédito flexible sigue operativa, los recursos disponibles permanecen inutilizados.
Paralelamente, se están tomando medidas para asegurar que la línea de crédito flexible esté alineada con un plan integral sobre finanzas públicas que involucra una importante reducción en los retrasos acumulados en el presupuesto.
La fachada del Ministerio de Finanzas y Préstamo Público. Foto:Nérstor Gómez
Perspectivas en el marco fiscal a mediano plazo
No obstante a los desafíos, existen opiniones de expertos que sugieren que Colombia podría cumplir el objetivo de déficit fiscal de 5,1 por ciento del PIB este año, en función de cómo se defina el marco fiscal medio. Además, se ha indicado que el déficit primario podría ubicarse en un 0.2 por ciento del PIB, equivalente a 4.4 mil millones de pesos.
Es posible que la proyección de inflación cambie entre el 3.9 y 4 por ciento, una cifra que coincide con las expectativas del FMI. Para alcanzar estos objetivos de déficit, será necesario acomodar los planes para ajustar el presupuesto.
La semana pasada, el gobierno llevó a cabo importantes reuniones en Washington durante las sesiones del FMI y el Banco Mundial, donde se coordinó con las tres principales agencias de evaluación de riesgo: Moody’s, Fitch y Standard & Poor’s, con el objetivo de establecer una actitud constructiva en medio de la situación actual con el FMI, el Banco Mundial y otros inversores.
La tarea de adaptación no resulta sencilla, considerando que un 91 por ciento de los gastos previstos en el presupuesto son inflexibles por razones constitucionales o contractuales, lo que limita el margen de maniobra del gobierno para realizar cambios sustanciales.
El margen real para ajustes es de solo el 9 por ciento, lo que significa que el ajuste podría no superar los 45 mil millones de pesos. Sin embargo, algunos estiman que es factible ajustar esta cifra entre los 13 y 14 mil millones de pesos.
Es crucial que las decisiones adecuadas se tomen y se ejecuten pronto, ya que hay un plazo de seis meses desde noviembre en el cual la ley de garantía entrará en vigencia, lo que complicaría aún más el panorama financiero.
En este contexto, las proyecciones sobre el Plan Anual de Caja (PAC) ya están restringidas, lo que puede impactar las necesidades especiales de flujo y ingresos.
Como posible alternativa para abordar este ajuste, se considera la posibilidad de calcular el impacto de la situación fiscal.
El año pasado, se estimaron cifras alrededor de los 50 mil millones de pesos. A medida que se avanza, algunos analistas creen que las apropiaciones podrían cancelarse bajo ciertas condiciones, a pesar de la legalidad que lo impide.
Es un mensaje importante que se necesita comunicar a los mercados e inversores internacionales. Desde su tiempo en el Ministerio de Finanzas, se ha estudiado cómo avanzar en este sentido impulsando reformas y ajustes para el futuro en los años 2022 y 2023.