El reciente acuerdo entre el Reino Unido y los Estados Unidos se perfila como un cambio significativo en la relación comercial entre ambas naciones, con una propuesta de reducción importante del 25% en las tarifas que afectan a la industria del automóvil y del acero. Este movimiento no solo busca facilitar las exportaciones británicas en sectores vitales, sino que también pretende aliviar las tensiones que surgieron a partir de las directrices del mandato anterior de Donald Trump. A su vez, el Reino Unido también se compromete a disminuir los impuestos sobre los vehículos que provienen de Estados Unidos, lo que abre las puertas para potenciar el comercio bilateral de manera más efectiva. Este acuerdo se considera un avance relevante después de un período de estancamiento en las relaciones comerciales entre los dos países, que se había acentuado por la imposición de tarifas elevadas y restricciones.
A pesar de que los aranceles «mutuos» establecidos en un 10% se mantienen vigentes, la reducción de tarifas es un desarrollo alentador que muestra un esfuerzo por retomar y mejorar el diálogo comercial. Las negociaciones han sido complejas, pero han llevado a un resultado que, aunque no resuelve todos los problemas, representa un paso adelante en la dirección correcta.
Concesiones técnicas y agrícolas; Reino Unido y Estados Unidos firman un nuevo acuerdo comercial
En otro aspecto de las negociaciones, el Reino Unido ha anunciado una reducción parcial del impuesto del 2% que se aplicaba a los servicios digitales. Esto tiene un impacto notable en grandes empresas tecnológicas como Amazon, con la recaudación de este tributo avaluada en aproximadamente £800 millones al año. Sin embargo, este cambio podría generar cierta disconformidad en la facción más progresista del Partido Laborista, que ha expresado preocupación sobre la adecuación de estas medidas.
El acuerdo también incluye la posibilidad de aumentar la llegada de productos agrícolas estadounidenses al mercado británico. Sin embargo, Downing Street ha sido enfático en que no se modificarán las reglamentaciones sanitarias existentes del Reino Unido, lo que significa que no se permitirán alimentos que incumplan las normativas europeas, como el pollo tratado con cloro. Esta firma busca mantener los estándares de calidad que los consumidores británicos esperan.
Puede estar interesado: China acepta sentarse para negociar con los Estados Unidos.
Starmer y Trump brindarán información clave este jueves
Se anticipa una conferencia conjunta entre ambos líderes, donde se difundirán detalles cruciales sobre el acuerdo alcanzado. Donald Trump ha calificado este tratado como «perfecto y exhaustivo», señalando que representa el primero de muchos tratados posteriores al «día comercial de libertad» promovido por su administración. Este enfoque podría abrir la puerta a futuras colaboraciones y acuerdos complementarios entre las naciones.
Medios británicos también especulan que este acuerdo podría contribuir a evitar la imposición de nuevas tarifas en sectores estratégicos tales como el farmacéutico y la industria cinematográfica, que son de especial importancia para el Reino Unido. Aunque no se trata del acuerdo integral de libre comercio que los conservadores buscaban, representa una victoria política y económica considerable para el primer ministro Keir Starmer, quien ha mostrado continuamente su compromiso hacia la mejora de las relaciones comerciales con los Estados Unidos.
10