Con la maleta llena de ilusión y el deseo de representar su tierra, cuatro jóvenes garzoneños se fueron a Bogotá para enfrentar uno de los mayores desafíos de sus vidas: la Copa Internacional Abierta de la Copa Internacional Taekwondo. Regresaron con cofre inflado, corazón feliz y tres medallas que hoy llenan una ciudad entera con orgullo.
Juan Jiménez, Joan Esteban Viña y Angie Saray López no regresaron con la mano. Dos oro y una plata es el equilibrio de su participación en esta exigente competencia que reunió a atletas de Colombia, México, Venezuela, Puerto Rico y Panamá.
El arquitecto detrás de este logro es Carlos Andrés Vargas Conde, entrenador del joven club COMAND MARTIALque en solo dos años y medio ha logrado consolidar un grupo de triunfo fuerte, disciplinado y hambriento.
«Fuimos con cuatro atletas muy bien preparados. No fue ningún torneo, fue internacional, así que tomamos lo mejor. Y lo demostraron con medallas», dice el profesor Carlos.
Pero el viaje no fue fácil. No había patrocinadores, solo lo hará. Vendieron rifas, empanadas, tamales … todo lo que estaba disponible para pagar transporte, estancia y registro. «Esto es luchar antes de pisar el tatami», dice el entrenador.
Más que medallas
Juan Jiménez, uno de los campeones, sabe que este logro va más allá del oro colgado en el cuello. «Fue para abrir nuestros ojos a otro nivel de taekwondo. Nos dio seguridad, nos mostró que podemos competir por usted con otros países. Es un impulso avanzar», dijo.
Joan Esteban Viña, con solo un año de regreso al deporte después de un largo descanso, también subió a la cima del podio. «Gané tres peleas. Me gusta el taekwondo porque me enseña, me disciplina y me saca de la rutina. Esta medalla es para todos los que creen en mí», dice con una sonrisa.
Y Angie Saray López, la más serena del grupo, colgó el dinero después de dos intensas luchas. «Estoy feliz. Di lo mejor de mí y me siento orgulloso. Gracias a Dios, al maestro Carlos y a mi familia. Esto está comenzando», dice mientras mantiene su medalla como un tesoro.
Un camino abierto
El club COMAND MARTIALUbicado en el vecindario de Las Américas de Garzón, sigue siendo firme en su propósito: formar seres humanos a través del deporte. Con los horarios para niños y jóvenes, y sin registro, usted apuesta por un taekwondo accesible, formativo y de proyección.
En 15 días competirán en un campeonato departamental y en noviembre llevarán a cabo el aumento de los cinturones. Aunque la liga no publica un calendario oficial, el club todavía está buscando torneos para que sus talentos no se detengan.
«Garzón siempre ha tenido cultura, baile, música … pero también tenemos guerreros. Los jóvenes que apuestan por el deporte como una forma de vida. Y aquí estamos, para abrir esa puerta a las patadas, si es necesario», concluye el maestro Carlos entre risas.
 
								 
															





