El ex presidente Juan Manuel Santos ha expresado críticas contundentes hacia la iniciativa de paz total del actual gobierno de Gustavo Petro. En sus declaraciones, Santos ha acusado al gobierno de haber fortalecido a los disidentes de la extinta FARC, sugiriendo que las acciones recientes han contribuido a la fragmentación en lugar de a la unificación de los grupos armados en Colombia.
Durante una intervención, Santos reveló que estos grupos disidentes anteriormente estaban dispersos y carecían de cohesión. También mencionó que el comisionado de paz, Danilo Rueda, fue precisamente quien, utilizando helicópteros del estado, llevó a estos disidentes al yarí. Santos formó parte de este proceso en 2023, donde se realizaron ceremonias de reconocimiento y bautizo para consolidar estos elementos como parte oficial de la FARC.
“El comisionado de paz de este gobierno, el primero (Danilo Rueda), con helicópteros del estado, estaba recolectando a los portavoces de los diferentes grupos criminales que se llamaban a sí mismos disidentes. Estos fueron transportados en abril de 2023 a Yarí, donde recibieron el reconocimiento oficial como parte del conjunto FARC”, explicó Santos. Estas revelaciones han causado un gran revuelo, puesto que cuestionan la efectividad de la estrategia de paz emprendida por el gobierno de Petro.
Juan Manuel Santos, al hacer un llamado a la reflexión al gobierno nacional, subrayó que un proceso de paz exitoso necesita, como primer paso, una comprensión clara del poder que tienen los grupos armados, así como los incentivos que el estado puede ofrecer. Según Santos, es esencial establecer un marco legal sólido que respalde cualquier negociación y delinear con claridad las «líneas rojas» que no deben ser cruzadas durante las conversaciones de paz. Sin estas bases, advirtió Santos, cualquier intento de paz corre el riesgo de ser ineficaz y contraproducente.
El ex presidente, quien fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz, también ha indicado que la paz no solo se trata de firmar acuerdos, sino de cimentar relaciones duraderas y sostenibles entre el estado y los diferentes actores sociales involucrados, las comunidades que sufren el conflicto, y, en particular, aquellos que han sido afectados directamente por la violencia. Los puntos de vista y necesidades de las comunidades deben formar parte del corazón de cualquier proceso de paz, sugirió.
Nota recomendada: la oficina del abogado solicita información al Ministerio de Defensa para la suspensión de las acciones de la fuerza pública sobre la disidencia del alias ‘Calarcá’