JUNTAS DE ACCIÓN COMUNITARIA – Cronica alterna

Como todo en la vida, en Pasto tenemos juntas de Acción Comunal buenas y malas. Todo depende del trabajo de sus dirigentes, pues hay algunos que se muestran activos y entusiastas, decididos a sacar adelante a sus respectivos barrios y, en cambio, otros sólo tienen intereses personales, como buscar ganancias, sin importarles demasiado el bienestar de sus sectores.

Hemos hecho el preámbulo anterior para expresar que quedamos gratamente sorprendidos por la noticia aparecida en DIARIO DEL SUR, referente a una serie de hechos que en las últimas horas tuvieron lugar en la colonia Arnulfo Guerrero, en desarrollo de los cuales se realizaron vacunaciones a niños, adultos y mascotas, atención odontológica, asesoría jurídica, recreación para niños, con juegos inflables y actividades recreativas para los más pequeños, así como donación de ropa, todo bajo la dirección de la presidenta de la Junta de Acción Comunal, Ana Lucía Chilamá y la vicepresidenta, Elvia Andrade Hernández, a quienes felicitamos por su gestión, así como a los demás miembros de la junta, quienes lograron la integración total del barrio y sus familias, cuyos integrantes recibieron todo tipo de servicios de forma gratuita.

Este ejemplo del barrio Arnulfo Guerrero nos lleva a pensar que nuestras reuniones de acción en los distintos barrios de Pasto deben estar impulsadas por la unidad entre vecinos y el sentido de solidaridad, pero también por el entusiasmo y las iniciativas de sus presidentes y directivos, para que las cosas funcionen.

Siempre hemos considerado que ser parte de una junta de acción comunitaria debe ser un motivo de orgullo y, no es para menos, ya que trabajar por el progreso del barrio donde vivimos y de nuestros vecinos es una tarea gratificante, que también ha servido muchas veces como trampolín para que los dirigentes comiencen a escalar el camino de la política. En ese sentido, sabemos que son numerosos los líderes comunitarios y concejales que han ascendido a los concejos y, a partir de ahí, han tenido brillantes carreras políticas.

Asimismo, consideramos que, tal como ocurrió en la actividad desarrollada en la colonia Arnulfo Guerrero, las juntas de acción comunitaria de Pasto deben incluir la solidaridad en su agenda de trabajo, programando eventos de ayuda social para tender una mano a personas en situación de vulnerabilidad.

Pero, así como hoy destacamos el trabajo de la Junta de Acción Comunal de la colonia Arnulfo Guerrero, lamentablemente también tenemos noticias de otras juntas comunitarias, donde las cosas no son color de rosa.

Nos referimos a aquellas organizaciones comunales, donde en lugar de unidad hay discrepancias y permanentes peleas y enfrentamientos entre sus integrantes, lo que no les deja espacio para trabajar a favor del barrio, juntos que, por los malos procedimientos de sus directivos, en lugar de ser motivo de unidad y solidaridad, lo que generan es un ambiente de profunda discordia. Estamos convocando hoy a estas juntas de acción comunitaria a recomponer su comportamiento y seguir el ejemplo de los líderes comunitarios de la colonia Arnulfo Guerrero, donde de hecho pudimos comprobar que existe una organización efectiva, que permite este tipo de acciones a favor del pueblo y además hace que las distintas entidades municipales se sumen voluntariamente a estas actividades, que no solo contribuyen al bienestar de las comunidades, sino que son la puerta que conduce a la unión de los vecinos y por ende, al progreso. de los sectores.

compartir

Noticias relacionadas