Un estudio reciente advierte que la configuración geográfica de la Tierra podría cambiar radicalmente en los próximos cien millones de años. Según los investigadores, los continentes se avanzarían hacia una eventual fusión, lo que conduciría a la formación de un supercontinente global similar a la mítica Amasia.
Los científicos estiman que este fenómeno ocurriría cuando el Océano Pacífico se cierra por completo, un proceso que tomaría entre 200 y 300 millones de años. Las placas tectónicas se mueven constantemente, y aunque los movimientos son lentos, tienen efectos acumulativos que transforman la distribución de los continentes.
Ese nuevo orden mundial geológico implicaría que los continentes actuales ya no tendrían las fronteras que conocemos, y probablemente surgirían de las cadenas montañosas, diferentes áreas de subducción y cambios radicales en la disposición de los océanos.
El hallazgo obliga a repensar cómo entendemos el pasado de la tierra y nos proyectamos hacia su futuro futuro, entendiendo que muchas de las estructuras actuales son temporales y parte de un ciclo tectónico que reconfigura el planeta.
