Recientemente, la Corte Suprema de Estados Unidos tomó la decisión de detener la expulsión de varios migrantes venezolanos que se encuentran bajo custodia en Texas. Esta acción fue anunciada por la ACLU, que se apresuró a presentar una apelación urgente para proteger los derechos de estas personas. En el fondo de esta situación, se encuentra una ley de 1798 conocida como la «ley enemiga extranjera», que otorga al gobierno el poder de expulsar a ciudadanos de países considerados enemigos, sin someterlos a juicio alguno.
El expresidente Trump utilizó esta legislación en varias ocasiones, apuntando especialmente a presuntos miembros del tren Aragua, una organización criminal venezolana. Sin embargo, el tribunal no confirmó la validez de esta ley en sí, sino que simplemente decidió suspender el proceso de expulsión hasta que se tome una resolución por parte de otro tribunal. En este contexto, es importante destacar que los migrantes aún se encuentran en el Centro Bluebonnet, ubicado cerca de Abilene, Texas. La decisión reciente de la Corte también interrumpe temporalmente la implementación de la normativa que permitía a Texas proceder con la expulsión de migrantes, generando un debate sobre la constitución de poderes entre el estado y el gobierno federal. Este fallo podría servir como una salvaguarda para miles de personas que estaban en riesgo de ser expulsadas de manera inmediata.
ACLU condena el abuso
La ACLU ha denunciado el tratamiento recibido por los trabajadores migrantes, indicando que muchos de ellos recibieron información crucial en inglés, sin que existiera una traducción adecuada. Como resultado, no estaban al tanto de su derecho a apelar la decisión de expulsión. Las autoridades procedieron a subirlos inmediatamente a autobuses con destino al aeropuerto, lo cual representaba una clara violación de sus derechos humanos. Además, este grupo ha expresado su preocupación de que algunos de estos migrantes se enfrenten a condenas de cadena perpetua si regresan a su país, particularmente a El Salvador, un hecho que fue respaldado por la administración Trump en relación con el sistema penitenciario de Bukele y Cecot, una prisión de máxima seguridad.
Los jueces federales ya habían dictaminado que los trabajadores migrantes tienen derecho a ser notificados con antelación y a contar con el recurso del hábeas corpus antes de ser expulsados del país. La ACLU, al advertir sobre las políticas migratorias actuales, ha subrayado que estas aumentan el riesgo de sufrir violaciones a los derechos humanos, lo que puede dar lugar a arrestos arbitrarios, separación de familias, y una falta de acceso a representación legal. El grupo ha exigido la suspensión de estas prácticas antes de que se conviertan en un estándar aceptable.
Es posible que te interese: USA establece una fecha límite para un alto el fuego con Ucrania
Política de inmigración de Trump; La Corte Suprema de los Estados Unidos detiene las expulsiones de Venezuela
En otro desarrollo, un tribunal también detuvo la eliminación del Estatus de Protección Temporal (TPS) que afecta a aproximadamente 350,000 venezolanos, protegiéndolos de la expulsión inmediata. Trump utilizó la migración como un tema central de su campaña política, culpando a Venezuela por la crisis de la migración y acusando a ciertos individuos de estar conectados con la mala situación del país. A pesar de esto, muchos de aquellos que han sido enviados a Cecot no tienen conexión con el tren Aragua, según indican sus defensores legales.
Es relevante mencionar que la ley empleada por Trump solo se ha utilizado tres veces en la historia estadounidense: en 1812, al inicio de la guerra con Gran Bretaña, y durante la Segunda Guerra Mundial.
Por lo tanto, el destino de estos migrantes permanece incierto y bajo el escrutinio de la corte. Con un Trump continuando su retórica dura sobre la inmigración, organizaciones como la ACLU insisten en la necesidad de que se respeten los derechos humanos, y que las decisiones políticas no se basen en el miedo a la criminalidad, sino en justicia y equidad.
22