La otra cara del «clic»: por qué la adicción a la compra es un problema grave que las redes sociales alimentan – Cronica alterna

La frase «Me volví adicto a las compras. Este problema debe tomarse más en serio »refleja una realidad cada vez más visible: la oniomanía, o la adicción a la compra, ya no es solo un capricho, sino un trastorno psicológico con graves consecuencias. El aumento de las redes sociales y el comercio en línea ha exacerbado este problema, por lo que es una adicción silenciosa que afecta a un número creciente de personas.

¿Qué es Oniomania?

La oniomanía, que etimológicamente significa «locura para las compras», es un trastorno de control de impulso. Se caracteriza por un patrón de compra compulsivo e incontrolable, donde el acto de compra se vuelve más importante que el producto en sí. Aunque al principio puede generar una sensación de euforia y placer, este alivio es temporal y es seguido rápidamente por sentimientos de culpa, vergüenza, ansiedad y remordimiento.

A diferencia de un comprador ocasional por impulso, la persona con Oniomania gasta de manera excesiva, a menudo en artículos innecesarios, lo que puede provocar problemas financieros, deudas, aislamiento social y conflictos con la familia y la pareja. La adicción es tan fuerte que la persona miente para ocultar sus compras y puede desarrollar una baja autoestima y otros problemas de salud mental, como la ansiedad y la depresión.

El papel de las redes sociales y el comercio en línea

Las redes sociales y las plataformas de comercio electrónico han creado un entorno perfecto para que Oniomania prospere.

  1. Exposición constante y presión social: Las redes sociales nos bombardean con imágenes de un estilo de vida idealizado, donde la felicidad y el éxito están vinculados a la posesión de ciertos productos. El Influenciadores Muestran «lances» (compras de muestras) o recorridos de sus vestuarios normalizan el consumo excesivo, generando presión para que los seguidores compren para encajar o alcanzar ese ideal.
  2. Acceso 24/7: La compra en línea ha eliminado las barreras y horarios físicos. Con un solo clic, puede comprar en cualquier momento y desde cualquier lugar. Esta facilidad de acceso reduce el tiempo para la reflexión y el auto -control, facilitando las compras impulsivas.
  3. Algoritmos y publicidad personalizada: Las plataformas en línea recopilan nuestros datos y hábitos de consumo para mostrarnos publicidad personalizada de productos que son difíciles de ignorar. Este «marketing agresivo» explota vulnerabilidades psicológicas, empujando a las personas a comprar incluso cuando no lo necesitan.
  4. El «efecto de dopamina»: El acto de comprar, especialmente en línea, genera un pico de dopamina en el cerebro, un neurotransmisor asociado con placer y recompensa. Este ciclo de recompensa se refuerza cada vez que se compra, lo que crea una adicción conductual similar a la de las sustancias.

Un problema que requiere seriedad

La oniomanía no es un mal hábito simple, sino una adicción psicológica que puede tener un impacto devastador en la vida de una persona. Tratamiento, que a menudo incluye terapia cognitiva-conductualBusca ayudar a los pacientes a identificar desencadenantes emocionales, desarrollar estrategias de autocontrol y reestructurar pensamientos irracionales que conducen a un comportamiento de compra compulsivo.

Es esencial romper el estigma y comenzar a considerar esta adicción con la seriedad que merece. Reconocer el problema es el primer paso para buscar ayuda profesional y recuperar el control sobre la vida y las finanzas.

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