Los ladrones atracaron a un comerciante por 30 millones de pesos

Este fue el robo millonario en Sogamoso

En una jornada normal y a plena luz del día, un comerciante de cebolla de bulbo originario de Villa de Leyva y residente en Nobsa, sufrió un asalto violento en uno de los sectores más concurridos de la ciudad de Sogamoso. El incidente se produjo alrededor de las 10:00 am el sábado pasado, 10 de mayo, cuando la víctima se encontraba en la zona de Sogabasto. Allí, se había detenido para cumplir con el pago de sus aportes agrícolas, estacionando su vehículo justo frente a un hotel.

De repente, dos hombres encapuchados llegaron en una motocicleta y procedieron a romper el cristal de la ventana utilizando el cacha de una pistola, intimidando al comerciante en el proceso. Temiendo por su vida, el comerciante entregó sin dudar el maletín que contenía $30 millones de pesos, un dinero que había retirado esa misma mañana de Bancolombia.

Los asaltantes se dieron a la fuga rápidamente tras el atraco. Las cámaras de seguridad del área grabaron todo lo ocurrido, y las autoridades pertinentes están trabajando arduamente para identificar a los responsables de este delito.

¿Robado de fachada o común?: Esto es lo que dicen las autoridades

Inicialmente, el suceso fue reportado como un presunto flete; sin embargo, según un medio de comunicación, la Policía Nacional reveló que no se encontraron indicios de un seguimiento previo a la víctima, lo que elimina esta posibilidad. De esta forma, se clasificaría como un robo calificado con violencia, un delito que, conforme al Código Penal Colombiano (Art. 240), puede acarrear sanciones que oscilan entre ocho y dieciséis años de prisión dependiendo de ciertos agravantes. En este caso, el hecho se considera agravado por el uso de la violencia, la utilización de armas y la presencia de una víctima vulnerable.

  • ¿Qué habrían considerado las autoridades? Se habría asumido que la falta de pruebas sobre un seguimiento de los asaltantes a la víctima desde el banco o durante su recorrido por la ciudad es lo que permanece como un factor determinante. A pesar de ello, muchos consideran que es sospechoso que los delincuentes supieran exactamente cuándo actuar, apuntando al vidrio del conductor y asegurándose de obtener el dinero inmediatamente después de su salida del banco. No puede ser sólo una coincidencia.
Entre la indignación y la desconfianza

Este incidente ha suscitado una intensa indignación entre los habitantes de Sogamoso, quienes han denunciado que este tipo de actos delictivos están volviéndose cada vez más comunes en la región. Las redes sociales se han convertido en un terreno fértil para la difusión de videos y quejas ciudadanas que alzan la voz ante la situación, aunque es importante mencionar que estas publicaciones en línea, si bien visibilizan un problema, no sustituyen una denuncia formal, la cual es necesaria para asegurar que estos casos se reflejen en las cifras oficiales.

A pesar de que la denuncia formal no garantiza la captura y judicialización de los delincuentes, sí permite construir estadísticas más precisas que ayudan en la creación de estrategias efectivas y focalizadas para mejorar la seguridad en la ciudad.

Mientras las quejas se multiplican en internet, la dura realidad en las calles continúa: ladrones armados, comerciantes temerosos y una comunidad que siente que el crimen les lleva la delantera.


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