El jueves pasado, 8 de mayo, tuvo lugar un emocionante encuentro en el icónico estadio Atanasio Girardot, donde se produjo el partido entre el Atlético Nacional y el Internacional, correspondiente a la fecha 4 de la fase de grupos de la Copa Libertadores. Este evento atrajo la atención de aficionados de ambos lados, quienes esperaban ver a sus equipos luchar por un lugar en la siguiente ronda del torneo.
La situación para la ‘verlaga’ era crítica, ya que necesitaba imperiosamente una victoria para seguir en la contienda por avanzar a los octavos de final de la Copa. Y lo logró sin dudarlo, imponiéndose con un contundente 3-1 que dejó a sus seguidores eufóricos y esperanzados. Este triunfo fue un alivio para el equipo, que había tenido un inicio complicado en esta competencia.
Un aspecto destacado del partido fue el regreso de Marino al equipo paisa, después de haber cumplido un partido de suspensión debido a un castigo que le fue impuesto por una tarjeta roja en un enfrentamiento anterior dentro del mismo torneo. La reincorporación de Marino fue recibida con entusiasmo por los aficionados, que esperaban que su presencia potenciara el rendimiento del equipo en este crucial partido.
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A pesar de no haber logrado marcar un gol durante el partido, Marino tuvo un papel fundamental en la generación de juego, contribuyendo significativamente a la construcción de varias jugadas ofensivas del Nacional. Su visión y habilidad en el campo fueron claves para el desarrollo del juego y para la victoria final del equipo.
Uno de los momentos más memorables del encuentro ocurrió durante la celebración del primer gol, cuando Hnestroza, dirigiéndose a una de las cámaras de transmisión, exclamó: «No aquí, no tengo hijueputa«, en referencia a la determinación de que el Internacional no se saldría con la suya, como había sucedido en Brasil en encuentros anteriores. Este comentario refleja no solo la intensidad de la rivalidad, sino también el espíritu combativo de los jugadores del Nacional.
Con este triunfo, el equipo ‘verde’ se situó en la segunda posición del Grupo F, acumulando un total de seis puntos. Este marcador es crucial, ya que se encuentra a solo un punto del líder, Bahía, y con una ventaja de un punto sobre el Internacional y dos sobre el Nacional de Uruguay. La lucha en el grupo promete ser intensa en las próximas jornadas.
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El contundente mensaje que dejó Marino en el partido entre Nacional e Internacional es una muestra del carácter y la determinación que caracteriza su juego dentro del campo. Esta victoria no solo representa tres puntos importantes, sino también la recuperación del orgullo para el Atlético Nacional en la competición internacional.