Este martes se llevó a cabo una reunión crucial en la que se discutieron 12 preguntas que formarán parte del asesoramiento popular, una inciativa del presidente Gustavo Petro que espera obtener la aprobación del Senado de la República. Esta consulta es un componente importante dentro del contexto del Plan del gobierno nacional BB frente a la reforma laboral, el cual fue debatido el 18 de marzo en la Comisión del Séptimo Senado.
No obstante, la respuesta de los empresarios ha sido negativa, argumentando que tales medidas podrían generar una pérdida considerable de empleos y conllevar costos elevados que afectarían su operativa. Estas 12 preguntas abarcan aspectos fundamentales de la reforma laboral que resultó fallida, incluyendo cuestiones como la modificación del horario laboral, sugiriendo que la jornada laboral concluya a las 6:00 de la tarde, en lugar de las 9:00 de la noche como es actualmente.
Asimismo, se preguntará a los colombianos si están de acuerdo en que el trabajo realizado los domingos y los días festivos se remunere con un incremento del 100 por ciento, en lugar del actual 75 por ciento. Las interrogantes también abordan temas relacionados con la formalización del trabajo, incluyendo permisos médicos, bonificaciones de pensiones para campesinos e incentivos destinados a micro, pequeñas y medianas empresas.
    Foto:
Izock
La reforma de la fuerza laboral no se puede replicar
El presidente de ANDI, Bruce Mac Master, critica el enfoque de estas preguntas, considerándolo «muy sospechoso» para fijar cuestionamientos de tal especificidad, sugerente de una tentativa de revivir el proyecto de reforma laboral mediante un mecanismo de consultoría popular. Según él, «el gran problema es asumir decisiones sin considerar los costos en términos de empleo, tanto para las empresas como para el estado, así como en el contexto de la informalidad.»
De manera similar, Jaime Alberto Cabal, presidente de Fenalco, manifiesta que «se han planteado 12 preguntas con la intención de resucitar artículos de trabajos de reforma que fracasaron», lo que no contribuirá a resolver la grave crisis de desempleo que abruma al país, donde actualmente cerca de tres millones de personas se encuentran desempleadas.
Además, el líder sindical advierte que los mecanismos de participación ciudadana «no deben ser utilizados para sustituir las decisiones rechazadas por el Congreso de la República.» La aprobación de una consulta popular sin el visto bueno del Congreso podría erosionar la legitimidad de esta institución y comprometer la separación de poderes, asegura.
https://www.youtube.com/watch?v=ktxxpn1hngk
Un impacto negativo en las empresas
El presidente de la ANDI también se cuestiona si el gobierno nacional ha considerado el impacto que estas consultas populares podrían generar en la creación de empleo y en la actual situación de desempleo, así como el incentivo a la informalidad. Argumenta que se promueve una política pública basada en información sesgada, que únicamente tiene en cuenta ciertas ventajas sin sopesar los costos negativos y las consecuencias que estas decisiones tendrían sobre las empresas.
Citó un estudio de COPI que indica que la reubicación de aprendices en el ámbito laboral podría causar un aumento significativo del 126 por ciento (1.35 millones de pesos) en la estructura de gastos comerciales. El costo mensual de estos aprendices podría ascender de 1’067.625 pesos a aproximadamente 2’417.403 pesos. Para una empresa que cuente con tres aprendices, el total podría variar entre 3’202.875 pesos y 7’252.209 pesos, sin considerar los beneficios adicionales que algunas organizaciones pueden ofrecer.
Asimismo, una encuesta del Observatorio de La Mipyme realizada en 2023 reveló que el 36.5 por ciento de los empresarios pronostica un aumento en sus costos del 1 al 20 por ciento si las jornadas se modifican, mientras que el 33.5 por ciento anticipa un incremento del 20 al 40 por ciento.
Los aranceles impuestos por Donald Trump podrían afectar el empleo en los Estados Unidos.
    Foto:
Izock
Este aumento en los costos podría generar efectos secundarios negativos, como una reducción de empleos (34.3 por ciento) y la dificultad para contratar nuevos empleados (29.8 por ciento), además de un pequeño porcentaje de empresarios que se verían obligados a cerrar sus negocios (5.2 por ciento).
Por otro lado, el 58.4 por ciento de los empresarios encuestados indicaron que si se aprueban esas modificaciones en el horario, reducirían su plantilla laboral entre uno y cinco empleados.
En función de esto, la CEO de la Sección Atlántica y presidenta del Observatorio MSME, Rosmery Quinter, sugiere que el mejor camino frente a la situación actual es la construcción armonizada de un nuevo proyecto que logre un equilibrio real y responsable entre la creación de empleo, la supervivencia de las empresas y la formalización del trabajo.
Sin embargo, la crítica no se limita allí, ya que se señala que las políticas del gobierno local y nacional están basadas en soluciones que podrían resultar asfixiantes para las empresas, en especial para las de micro, pequeñas y medianas dimensiones, las cuales enfrentan una creciente presión fiscal y un entorno de costos cada vez más complicado.
En vista de la situación, la Cámara Colombiana Americana (Amcham Colombia) ha expresado su inquietud, manifestando que los problemas derivados de las consultas populares conllevan serios riesgos a la sostenibilidad institucional, democrática y fiscal en el país.
    Foto:
Izock
María Claudia Lacouture, presidenta de Amcham Colombia, ha declarado que las preguntas relacionadas con la consulta popular anunciada por el gobierno no poseen la formación técnica necesaria que una reforma laboral debería requerir, presentándose sin considerar la complejidad y las implicaciones que tendrán para todos los ciudadanos colombianos.
El riesgo institucional que se plantea es que estas consultas podrían infringir un principio democrático al no garantizar la participación adecuada en los debates necesarios y permitidos en el marco del Congreso de la República.
Además, el impacto económico podría ser severo, ya que Lacouture advierte que las sugerencias podrían llevar a las empresas a imponer costos prohibitivos, lo que podría poner en peligro la contratación de numerosos colombianos.
Para el líder sindical, los costos involucrados en la realización de este asesoramiento popular en el contexto actual son extremadamente altos. En un momento en el que el gobierno aún tiene deudas pendientes con el sistema de salud y las compañías energéticas, así como otras prioridades sociales que necesitan atención.
Finalmente, el presidente de Fenalco ha manifestado que «Mientras se utilizan señales de impacto interno para justificar la imposición de nuevos impuestos, una consulta popular se promueve con fondos públicos sobre temas que ya han sido rechazados en dos ocasiones, lo cual podría costar hasta 700,000 millones de pesos.
 
								 
															





