Una escena desgarradora de terror interrumpió la cotidianidad del vecindario de Bilbao, en la localidad de Suba, durante la tarde del martes 29 de abril. Eran las 6:30 p.m. de un día laboral común y corriente cuando Heyder Villa, un reconocido barbero de 42 años, fue asesinado de manera brutal dentro de su propio establecimiento por un asesino a sueldo que le disparó en un ataque premeditado. Este trágico incidente tuvo lugar frente a varios testigos que, atónitos e impotentes, poco podían hacer para interferir en el ataque, y que ahora lloran la pérdida de un hombre que durante varios años había servido con dedicación a su comunidad.
Villa, ampliamente conocido como «El mago» debido a su extraordinaria habilidad y precisión con las herramientas de barbería, era un referente en su sector. Los vecinos y amigos resaltan no solo su talento innegable, sino también su admirable calidad humana, su generosidad innata y su profundo compromiso con su familia. Originario de Santa Marta, había hecho de Bogotá su hogar en busca de mejores oportunidades, logrando establecer su barbería, la cual se convirtió en un espacio de encuentro para muchos jóvenes y residentes del área, además de ser un lugar donde se forjaban lazos significativos.
Eventos del Incidente
De acuerdo con los relatos de los testigos presentes, el agresor irrumpió de manera inesperada en el establecimiento. Sin pronunciar una sola palabra, sacó una pistola y le disparó a Villa desde atrás, quien colapsó al suelo gravemente herido. El atacante se dio a la fuga rápidamente mientras los presentes intentaban brindar auxilio a la víctima. Fue trasladado de urgencia a un centro médico cercano, sin embargo, lamentablemente llegó allí sin signos vitales.
Este crimen, por su brutalidad y el simbolismo del espacio donde ocurrió, ha causado una conmoción profunda en la comunidad. La barbería de Heyder era un lugar de confianza para los residentes, quienes acudían allí no solo en busca de un corte de cabello, sino también para disfrutar de agradables conversaciones y del ambiente acogedor que él cultivaba.
Heyder Villa era padre de dos hijos adolescentes, de 15 y 17 años, y convivía con su pareja, con quien planeaba contraer matrimonio en un futuro próximo. Su vida giraba en torno a su familia y su negocio. Aquellos que le conocían lo describen como un hombre reservado, alguien que evitaba conflictos y estaba siempre dispuesto a ayudar a quienes lo necesitaban. «Era una de esas personas que, con una simple sonrisa y una palabra amable, iluminaba tu día. Su ausencia llena de tristeza a todos nosotros», compartió uno de sus clientes más fieles.
La comunidad lo recuerda no solo como un barbero talentoso, sino también como un empresario que, a pesar de los desafíos diarios, se mantenía firme en su propósito de salir adelante. Además, había convertido su barbería en un espacio de capacitación para jóvenes interesados en aprender el oficio, buscando así alejarlos de entornos violentos y peligrosos.
Clamor por Justicia y Seguridad
Luego del crimen, las autoridades locales han comenzado investigaciones para esclarecer los hechos. Se encuentran revisando las grabaciones de las cámaras de seguridad en la zona y recopilando testimonios relevantes. Aunque hasta el momento no se ha establecido un móvil claro, las autoridades no descartan la posibilidad de que este asesinato esté relacionado con situaciones de extorsión o amenazas previas.
Los vecinos, preocupados, han denunciado un aumento alarmante en los casos de violencia y robos en el área, exigiendo una mayor presencia policial. «No podemos aceptar como normal que asesinen a nuestros vecinos que trabajan duro. Este vecindario necesita protección y atención, no más indiferencia», expresó un líder comunitario de la zona.
Heyder Villa será recordado por su comunidad como un hombre que dejó una huella imborrable. Su barbería, hoy cerrada y adornada con flores, se ha convertido en un símbolo tanto de dolor como de resistencia. Familias, amigos y vecinos se unirán para llevar a cabo una caminata en demanda de justicia y en homenaje a quien, hasta su último día, trabajó incansablemente para proveer a su familia y servir a su comunidad.
Villa estaba en su barbería cuando dos disparos letales sorprendieron su rutina, llevándole a la clínica sin signos vitales.
