El Gobierno de Valle del Cauca ha establecido un pacto de compromiso dirigido hacia el control y la prevención de la malaria en el municipio de Pradera. Este esfuerzo tiene como objetivo ambicioso eliminar la enfermedad antes de octubre de este año. Para lograrlo, la estrategia se centra en múltiples frentes que incluyen atención primaria, educación comunitaria, y un enfoque integral para cuidar de aquellas personas que ya están siendo afectadas, beneficiando así a aproximadamente 8,000 habitantes en diversas comunidades donde se han registrado casos de malaria.
Medidas
Las intervenciones han dado inicio desde el año pasado, centrándose en áreas específicas como El Berlín, Las Vegas, Manuel José Ramírez y Marsella. Estas medidas comprenden vigilancia comunitaria que tiene por fin no solo prevenir nuevos contagios, sino también el reconocimiento de factores de riesgo que podrían derivar en brotes adicionales. A su vez, se realizarán encuestas sistemáticas con el propósito de identificar necesidades adicionales que puedan impactar negativamente en la calidad de vida de los habitantes de Pradera, conocidos como Pradereños. Este enfoque busca recopilar información valiosa que permita diseñar intervenciones aún más efectivas y adaptadas a la realidad de cada comunidad.
Capacitación
Un actor fundamental en este proceso será la Unidad de Ejecutación de Saneamiento del Valle, conocida como Uesvalle. Esta entidad desempeñará un papel crucial al promover el uso de medidas preventivas como la aplicación de tobillos y insecticidas en los hogares ubicados en áreas afectadas por la malaria. Además, se implementará un programa de capacitación dirigido al personal de salud local. Esta formación incluirá aspectos esenciales como el diagnóstico, el manejo clínico adecuado y la realización de pruebas diagnósticas para enfrentar la enfermedad de manera efectiva y oportuna.
Articulación
El esfuerzo integral detrás de esta iniciativa no se limita únicamente a la atención médica, ya que también implica la articulación intersectorial en áreas críticas, incluidos los cultivos de caña de azúcar ubicados en la región. Este enfoque es vital, ya que busca no solo detener la transmisión local de la malaria, sino también consolidar la prevención como un eje central en la lucha contra las enfermedades en todo el departamento. La colaboración entre diferentes sectores, como la salud, la agricultura y la comunidad, es esencial para abordar este desafío de manera sostenible y efectiva. En última instancia, el compromiso del Gobierno de Valle del Cauca refleja una visión proactiva hacia la salud pública y el bienestar de los Pradereños, sentando las bases para un futuro más saludable.
 
								 
															





