La comunidad ha tomado la situación de Justucia en sus propias manos, y en un acto de desesperación y búsqueda de justicia, capturó al pastor evangélico, José Ramírez, quien está acusado de haber violado y torturado a su hijastra de apenas 13 años. Este alarmante caso salió a la luz después de que la joven lograra escapar de su captor y pidiera ayuda a la comunidad cercana.
El trágico suceso tuvo lugar en un camino que conecta Chinchiná, Caldas, con Santa Rosa de Cabal, Risaralda. Esta zona, habitualmente tranquila, fue sacudida por los ecos de un delito tan atroz que dejó a todos los miembros de la comunidad consternados. Las imágenes del momento en que el pastor fue agredido por los vecinos comenzaron a circular rápidamente en las redes sociales, lo que amplificó la indignación y la necesidad de intervención.
Para evitar que el episodio se intensificara aún más, fue necesaria la intervención policial, reflejando la gravedad del ambiente emocional y social en el que tuvo lugar el hecho. La situación generó un fuerte sentimiento de rechazo en la comunidad local, que ahora exige justicia y un compromiso firme de las autoridades para garantizar mayores protecciones para todos los menores de edad.
Así, una niña de 13 años huyó de su agresor
José Ramírez, quien se desempeña como pastor en la Iglesia del Ministerio Apostólico del Reino, de Santa Rosa de Cabal, fue expuesto públicamente tras la difusión de un video donde se observa a la joven escapando. Según relatan los testigos, fue el martes 29 de abril cuando la niña encontró la oportunidad para huir y buscar ayuda de quienes le rodeaban.
Las imágenes del momento son desgarradoras; se puede ver a la chica saliendo apresuradamente de la casa, mientras su corazón late con fuerza, dejando atrás lo que se suponía debía ser un hogar seguro. Un vecino, que escuchó los gritos de auxilio, inicialmente pensó que se trataba de una pelea entre parejas, pero el horror de la situación se hizo evidente rápidamente.
Las palabras de la niña resonaron con desesperación: «Me violó, me violó e iba a matarme». Esta conmovedora declaración se produjo justo después de que le quitaran lo que tenía alrededor del cuello, un acto que podía haberle costado la vida. Estaba completamente desnuda, y uno de los testigos narró que la niña logró escapar justo cuando Ramírez se disponía a dejarla en un lugar apartado, posiblemente con intenciones fatales.
La niña fue trasladada de inmediato al Hospital San Marcos, donde recibió la atención médica necesaria. Las autoridades y el defensor del pueblo han asegurado su total compromiso con la protección y el bienestar de la víctima, reafirmando así la necesidad de un enfoque firme y decididamente protector hacia todas las menores en situaciones de vulnerabilidad.
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