Se llevó a cabo una Ley de Protocolo Emocional con la redada de la bandera en reconocimiento de diversas personas debido a la orientación sexual y la identidad de género. Este gesto simbólico representa un paso significativo hacia la inclusión, reafirmando el compromiso de las instituciones con la defensa de los derechos humanos y la promoción del respeto en todas las áreas de la sociedad.
Nariño se posiciona como uno de los primeros departamentos en hacer este tributo, lo que lo convierte en una referencia nacional en la lucha por la equidad y la visibilidad de las poblaciones históricamente marginadas. Este acto fortalece el tejido social y envía un mensaje claro de que la diversidad es un valor que merece ser celebrado y protegido.
 
								 
															





