La reciente cercanía de Darwin Castellanos al alcalde Alexander Baquero ha encendido la alarma entre los ciudadanos de Villavicencio. A principios de este año, Castellanos tomó la decisión de renunciar a su cargo de secretario, un puesto que ahora ha sido ocupado por un nuevo funcionario. Esta situación ha generado interrogantes sobre el papel que realmente desempeña Castellanos dentro de la estructura gubernamental local.
Acumulación
Diversas fuentes afirman que Castellanos podría estar considerando participar en las elecciones para la Cámara de Representantes, mientras que su posible compañero de fórmula, Óscar Apolinar, se encuentra en la búsqueda de un escaño en el Senado. Esta ambición política ha suscitado dudas respecto a sus motivaciones y la naturaleza de su relación con la oficina del alcalde en Villavicencio. Los ciudadanos se preguntan si la cercanía de Castellanos al alcalde podría representar un factor problemático en el futuro, especialmente si sus intereses políticos comienzan a influir en las decisiones administrativas.
Pese a que no ocupa un cargo formal dentro del gobierno local, la presencia de Castellanos en numerosos eventos públicos junto al alcalde Baquero ha levantado especulaciones sobre su influencia en la toma de decisiones del gobierno. Su rol parece abarcar más allá de lo que sería habitual para un ex-secretario, alimentando las conjeturas sobre su relevancia en el ámbito político local.
Discusión
Uno de los episodios más destacados en los que se vio envuelto fue su ataque hacia Felipe Harman, quien es el director de la Agencia Nacional de Tierras y Ministro de Basto del presidente Gustavo. En este conflicto, Castellanos acusó a Harman de fomentar la invasión de propiedades pertenecientes a Betty Camacho en Villavicencio, un asunto que ha generado un considerable revuelo en la opinión pública. Este incidente no solo refleja sus inclinaciones políticas, sino que también resalta su disposición para confrontar a figuras prominentes en el gobierno.
La comunidad observa de cerca las acciones de Darwin Castellanos, cuestionando si su conexión con la administración de Baquero es parte de una estrategia política más amplia en vista de las próximas elecciones o si simplemente se trata de un vínculo institucional sin mayores implicaciones. Lo cierto es que su participación constante en la gestión municipal ha dejado una huella notable y continúa generando opiniones divididas entre los ciudadanos. Muchos se preguntan en qué medida podría influir Castellanos en el rumbo político de Villavicencio, ante un panorama electoral que se presenta cada vez más competitivo.
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