La III Asamblea Nacional de Mujeres Orientales en Colombia se llevó a cabo del 1 al 4 de mayo en Tauramena, un municipio del departamento de Casanare. Organizada por el Ministerio de Asuntos Sociales, este evento fue una plataforma crucial para fomentar la integración y la participación activa de la ciudadanía de Villavicencio en temas de vital importancia, especialmente con un enfoque centrado en la igualdad de género.
Llaves
Durante su intervención en el evento, la gerente social de Villa, Diana Mendoza, resaltó la importancia de los ediles para transformar nuestras comunidades. «Los ediles son clave para convertir nuestras comunidades», expresó, enfatizando la necesidad de una colaboración estrecha entre los diferentes actores sociales.
Esta asamblea reunió a líderes y lideresas de todo el país con un objetivo compartido: intercambiar experiencias, fortalecer habilidades y visibilizar el papel fundamental que juega la mujer en la toma de decisiones a nivel local. En este sentido, la Asociación de Mujeres de Mujeres otorgó reconocimientos a varias de las destacadas participantes por su labor incansable y comprometida en beneficio de sus comunidades, lo que señala el rol esencial de las mujeres en procesos de paz y desarrollo social.
Habitación
La participación en este espacio no solo brindó la oportunidad de compartir la experiencia positiva de Villavicencio en la implementación de políticas sociales con enfoque de género, sino que también permitió fortalecer alianzas con otros sectores y aprender de sus buenas prácticas. Las interacciones durante la asamblea fueron enriquecedoras, lo que llevó a un crecimiento colectivo y al intercambio de ideas innovadoras que podrían aplicarse en diversas comunidades.
El evento culminó con una declaración conjunta de todas las participantes, en la que se destacó la relevancia de la asamblea y su contribución al reconocimiento y promoción del trabajo en defensa de los derechos de las mujeres. Se hizo énfasis en la importancia de la participación política activa, así como en la necesidad de formular planes de trabajo conjuntos entre los alcaldes, las municipalidades y las comunidades locales. Este tipo de espacios de diálogo son vitales para la construcción de un futuro igualitario y inclusivo, donde las voces de todas las personas sean escuchadas y valoradas.
El reconocimiento de las mujeres en estos ámbitos no solo es un paso hacia adelante en términos de igualdad de género, sino que también es fundamental para el desarrollo sostenible de las comunidades en su conjunto, creando un impacto positivo en la política local y fomentando una cultura de respeto y colaboración.
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