El bienestar de millones de pasajeros en el sistema de transporte público de Bogotá podría estar en riesgo, según una queja alarmante presentada por el concejal Andrés Barrios Bernal. Esto, debido al consumo de licor y drogas de los conductores, cuyo equilibrio sale con el cabello de espiga.
Según el cabildero, de 2021 a junio de 2025, se han detectado 1.216 conductores bajo los efectos de las sustancias psicoactivas, una cifra que muestra un riesgo latente.
Según la información, en la ejecución de este año 2025, se han registrado 85 casos positivos en los exámenes llevados a cabo a los operadores antes de comenzar sus días hábiles, una práctica que busca preservar la seguridad en las carreteras, pero que revela comportamientos riesgosos en aquellos que están a cargo de realizar el sistema de transporte público más utilizado en la capital colombiana.
Aunque los casos se han registrado antes del comienzo de la jornada laboral, el cabildero expresó su preocupación porque nada indica que los tamices tienen una periodicidad que permite establecer la dimensión del fenómeno.
«¿Son realmente efectivos los protocolos que se realizan? ¿Cómo lo hacen?
Entre los exámenes realizados a los operadores de transporte público, se han encontrado varias sustancias como el alcohol, el cannabis y la cocaína, así como los opiáceos, la metanfetamina, las benzodiacepinas y las anfetaminas.
La queja pública del concejal Barrios, respaldada por figuras oficiales del distrito, destaca la urgente necesidad de fortalecer los mecanismos de control y prevención del consumo de alcohol y drogas entre los conductores.
Los positivos representan no solo una violación de las regulaciones de tránsito y seguridad, sino también un enorme peligro para la integridad de todos los actores de la carretera en la ciudad.
El cabildero advirtió que las cifras deben movilizar a las entidades responsables, como la secretaría de movilidad y la compañía operativa, para implementar protocolos más estrictos, capacitación aleatoria y controles que disuaden este comportamiento.
Los vecindarios también expresaron su preocupación por la ignorancia de la transmilenio sobre los procesos disciplinarios sancionadores que llevan a cabo los concesionarios hacia los conductores sorprendidos en las drogas.





