Las recientes medidas que el gobierno nacional ha presentado a los colombianos incluyen 12 cuestiones que serán abordadas a través de una consulta popular. Entre estas medidas se retoma un proyecto de reforma laboral que ha sido objeto de debate en el Congreso en dos ocasiones, con el objetivo de mejorar las condiciones de trabajo de los empleados en el país. No obstante, diversos analistas y gremios económicos señalan que, a pesar de estos intentos, Todavía persisten los problemas de fondo, ya que no se aborda la creación de empleo ni la reducción de la informalidad. De hecho, se advierte que, en lugar de eso, se incrementarán los costos laborales, afectando particularmente a las pequeñas empresas.
En el corazón de esta consulta popular, dirigida por el Ministro del Interior Antonio Sanguino, se encuentra la propuesta de transformar el mercado laboral de manera significativa, aunque esta iniciativa no ha sido bien recibida por el sector empresarial. Este descontento responde a preocupaciones sobre cómo la reforma puede complicar aún más el ya debilitado entorno laboral.
La reforma de la fuerza laboral se hundió en el Congreso. Foto:Sergio Steel Yate / The Time
«El gobierno tiene la intención de revivir los artículos del proyecto que fueron bloqueados en la Séptima Comisión del Congreso y Ninguno de ellos busca solucionar la grave problemática del desempleo, que afecta actualmente a casi 3 millones de ciudadanos.» afirmó Jaime Alberto Cabal, presidente del Gremio del comerciante.
Los empresarios subrayan que la reforma debería enfocarse en estimular la creación de empleo y en disminuir la informalidad, que actualmente impacta al 57 por ciento del mercado laboral. Se debería buscar no solo mejorar las condiciones de aquellos que ya tienen un trabajo formal, sino que también se deben implementar las medidas necesarias para generar nuevas oportunidades de empleo.
Uno de los puntos más controversiales de la consulta popular está relacionado con la modificación de la jornada laboral. Se plantea que el trabajo diario se extienda entre las 6:00 y las 18:00 horas, y cualquier labor realizada en domingo o festivo recibiría un recargo del 100 por ciento. Este tipo de cambios ya ha generado un debate considerable sobre el impacto que tendrán en las empresas.
Cabe destacar que durante las discusiones en el Congreso, se propuso que la jornada laboral nocturna comience a las 6 de la tarde, lo que también implica cambios significativos en las condiciones de trabajo. Si se implementan estas modificaciones, el turno nocturno podría iniciar a las 9 p.m., y las horas extra estarían sujetas a un recargo del 25 por ciento, además de aumentar el descanso o la parte diaria del 75 por ciento actual al 100 por ciento.
Varios analistas alertan que esta situación podría incrementar los costos laborales para las empresas, planteando desafíos adicionales en sectores como el de la seguridad privada, comercio, turismo, manufactura y sector agrícola. Estos sectores dependen de funcionar las 24 horas del día, lo que complicaría aún más la implementación de la reforma.
Bruce Mac Master, presidente de la Asociación Nacional de Industriales (Andi), indicó que «las grandes críticas realizadas hacia el proyecto en el Congreso se centran en el hecho de que se ignora la situación de más de 3 millones de desempleados y 14 millones de trabajadores informales, quienes, en lugar de recibir atención, continúan siendo olvidados.» Este es un punto de gran preocupación, ya que la falta de atención a este grupo solo perpetúa la crisis del empleo en el país.
Bruce Mac Master, presidente Andi. Foto:César Melgarjo
Luis Fernando Mejía, director del centro de miso de Fedsarrollo, señaló que el aumento mensual en la nómina para pequeñas empresas podría alcanzar el 10 por ciento, lo que representa un impacto significativo dado que estos negocios operan con márgenes de ganancia muy ajustados que varían entre el 2 y el 3 por ciento. Esto podría llevar a un conflicto que resulta negativo, dado que se proyecta la pérdida de aproximadamente 451,000 empleos como consecuencia de las nuevas regulaciones.
Por su parte, el presidente de la Asociación Colombiana de Micro, Pequeñas y Medias Empresas (ACOPI), expresó que su preocupación es «profunda» y que estas propuestas, aunque intenten abordar deseos sociales legítimos, carecen de un análisis serio y riguroso que contemple el tejido empresarial del país.
«La consulta propuesta mezcla elementos sensibles del trabajo con exigencias históricas, presentadas de manera atractiva, pero sin propuestas estructurales ni rutas sostenibles. Como gremio, afirmamos que si bien se necesitan reformas, estas deben ser diseñadas en conjunto con todos los actores involucrados,» añadió.
En este sentido, uno de los aspectos que se discutirán en la consulta es la necesidad de que los jóvenes, a través de programas de aprendizaje, cuenten con un contrato de trabajo. Esta petición ha sido debatida intensamente en el Congreso. Mientras que el gobierno argumenta la necesidad de formalizar el trabajo de estos jóvenes, algunos expertos consideren que esta transición podría generar efectos adversos.
Los empresarios advierten que la conversión de estos contratos podría cargar a las empresas con costos significativos, estimando que el gasto mensual de contratar a jóvenes podría aumentar de 870,000 pesos a 1,774,800 pesos, lo que no incluye los beneficios adicionales requeridos por la ley.
Antonio Sanguino, Ministro de Trabajo Foto:Mentrabajo
Además, se planteará la cuestión de que las personas tengan el derecho a permisos para tratamientos médicos, lo que incluye la posibilidad de que las mujeres asistan a citas médicas programadas o de emergencia durante sus ciclos menstruales. Este punto ha suscitado un amplio debate en el Congreso.
María Claudia, presidenta de las cámaras de Columbus (Amcham Colombia), ha indicado que las preocupaciones sobre la consulta son serias y presentan altos riesgos para la sostenibilidad institucional y fiscal del país. «Las propuestas implican la inmovilidad de las empresas, el aumento de costos y la consiguiente pérdida de empleo. Además, el elevado costo estimado de esta consulta no está alineado con la situación fiscal actual,» comentó.
Por su parte, los analistas también han señalado que los problemas abordados en la consulta no solo reflejan preocupaciones del ámbito laboral, sino que son tan complejos que podrían requerir una revisión exhaustiva por parte del tribunal constitucional para evitar generar descontento en el mercado laboral. «Temo que algunas de estas propuestas impacten de manera fiscal, como la eventual creación de un fondo especial para reconocer derechos de pensión a campesinos y otros trabajadores del campo. Es contradictorio que, mientras algunos proyectos intentan implementar normas más favorables hacia las empresas, otros proponen tarifas preferenciales que contradicen esas iniciativas,» concluyeron.